Creación de trabajo, el reto
Una de las prioridades del presidente Lenín Moreno en las mesas de trabajo, bajo la modalidad de diálogo, es la de analizar las causas del desempleo y su alto índice en el Ecuador.
La principal preocupación del Gobierno ante la exigencia del sector sindicalista es la de no caer en la denominada flexibilización laboral, elevada a categoría de condición esclavizante e identificada como precarización. Al respecto, debemos realizar las siguientes consideraciones: a) No existe mayor precarización que el subempleo o empleo inadecuado, denominaciones que encubren el desempleo; b) Elevar al informal a categoría de trabajador devela la incapacidad del Estado para cumplir su obligación constitucional de crear las condiciones políticas, económicas y jurídicas que generen confianza en los inversionistas y seguridad de sus inversiones, para crear empresas y generar nuevas plazas de trabajo; c) Cuando solo el 30 % de la población económicamente activa tiene un trabajo estable, considerado como tal la remuneración mensual y la afiliación al seguro social por parte del empleador, no podemos olvidar al 70 % restante, que no tienen dónde trabajar, a quienes el sindicalismo no los representa y para quienes el sobreproteccionismo laboral no solo que es inexistente, sino que los aleja de la posibilidad de conseguir trabajo pleno; d) El resultado del sobreproteccionismo laboral, que incrementó el desempleo en la década del correato, obligó al Estado a asumir el rol del mayor empleador en el país, calidad que le generó la necesidad de implementar la flexibilización laboral en favor de las empresas estatales o en aquellas privadas en que el Estado posee capital mayoritario. Tal realidad, constituye un reconocimiento de hecho, de que la generación de empleo, supervivencia y progreso de las empresas no se logra con rigidez en materia laboral.
El reto del presente gobierno, es generar leyes que creen condiciones para incrementar plazas de trabajo en la segunda mitad del siglo XXI, para lo cual hay que dejar de lado las caducas ideologías extremistas de la primera mitad del siglo pasado.