Hermetismo torero de cara a la definición por cuartos de final contra Santos de Brasil
Con la melodía de un piano de fondo en las salas del hotel Marriot de Guarulhos de Sao Paolo, Guillermo Almada pasó la mañana paseando de un lado a otro. Visiblemente tranquilo y disfrutando de una nueva aventura internacional, desgranó e imaginó lo que será el duelo de mañana ante el Santos.
El uruguayo, sudado luego de realizar un ejercicio matutino y moviéndose con algo de ansiedad, apuró para subir al elevador y encontrarse en el quinto piso con sus jugadores.
Sus dirigidos tuvieron reposo obligatorio ayer durante el día, en una concentración torera llena de optimismo y serenidad. “Todo está muy tranquilo”, dijo sonriente el entrenador charrúa. Calmado, explicó el aislamiento del plantel, que se encerró en sus habitaciones y no se dejaron ver más que para tomar el autocar con destino al entrenamiento vespertino. Ni siquiera quisieron ser fotografiados, para mantener la concentra- Traslado. Barcelona llegó al hotel Marriott de Sao Paulo y ayer se movió a la ciudad costera, Santos. ción, según apuntaron.
Quien sí paseó por el hall del refugio amarillo fue Héctor Burguez, preparador de arqueros. Tranquilo, con su mate y dialogando pausado, fue muy explícito al explicar la concentración que muestran todos. Comentó que no han “venido a pasear, ni tomar sol”, ya que “estas instancias hay que tomárselas con la responsabilidad del caso”. “Todos estamos ilusionados, pero hay que estar preparados porque es difícil”, agregó el técnico de los goleros amarillos.
El ánimo de la delegación tenía una energía evidente, muy acorde al objetivo futbolístico. Todos saben que deberán salir a proponer ante Santos, y así lo han comentado desde que partieron de Ecuador.