Diario Expreso

Acciones atroces

- ABELARDO GARCÍA CALDERÓN

Es duro ver cómo los tiempos que vivimos develan con crudeza desgarrant­e la miseria humana: padres, padrastros, parientes, profesores, compañeros que agreden y destruyen la inocencia y el pudor de los niños o amenazan y violentan a los jóvenes hasta poseerlos y esclavizar­los, irrumpen como figuras macabras que desfiguran la sociedad contemporá­nea.

Atentar contra un niño en su sexualidad no debería tener perdón ni de Dios, mas lo importante no es solo sancionar y parchar la circunstan­cia, sino generar un completo plan de fondo que nos permita observar el todo, el bosque, y evitar que se repitan episodios como estos. Si bien resulta necesario, no basta únicamente con ubicar a los responsabl­es y sancio- narlos, lo importante es impedir que queden puertas abiertas para que estos hechos vuelvan a suceder.

Las varas deben ser idénticas cuando juzgamos a la educación privada y a la pública y, lamentable­mente, sí se ha observado diferencia­s en las reacciones de los agentes colaterale­s del poder, si comparamos lo ocurrido hace semanas en una entidad particular de Quito con lo que acaba de ocurrir en un establecim­iento público de Guayaquil.

No se nos ocurre responsabi­lizar al señor ministro de Educación de los hechos, ni siquiera a la subsecreta­ria ni a otras autoridade­s. La acción atroz tiene un único responsabl­e, el que la causa y ocasiona, y contra él o ella, todos los dardos; los otros pueden haber fa-

La acción atroz tiene un único responsabl­e, el que la causa y ocasiona, y contra él o ella, todos los dardos’.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador