¿Fin del bloqueo político?
Los problemas internos de PAIS mantienen al Pleno de la Asamblea en forzada inactividad La ruptura del movimiento hace prever, al fin, el retorno del debate
La ruptura de PAIS puede significar el fin del bloqueo político de la Asamblea. Abocado a protegerse de su división inminente, el oficialismo ha bloqueado en el Pleno, de forma sistemática, los temas conflictivos de mayor interés público: la corrupción, el caso del vicepresidente, los abusos sexuales en los colegios, la crisis del IESS... En su lugar, gasta las horas debatiendo acuerdos cívicos o humanitarios, repartiendo condecoraciones, haciendo exhortaciones más líricas que prácticas... Lo actuado hasta el momento por la legislatura de José Serrano la califica como una de las más inocuas que han pasado por este edificio. nal español Antena 3, por haberse burlado de los ecuatorianos.
En la aplicación de estrategia, el oficialismo ha llegado hasta la caricatura. Pero una caricatura trágica: el mismo día en que PAIS se negó a discutir la comparecencia de los tres últimos ministros de Educación para que expliquen los casos de abuso sexual en los colegios, el primer punto del orden del día consistía en una celebración del Día de la Niña.
El pretexto para eludir estos casos siempre es el mismo: que se encargarán de ellos las comisiones o el CAL. Pero con una mayoría oficialista en todas ellas, esos espacios se convierten fácilmente en hoyos negros donde se diluyen los temas y, en ningún caso, se discute sobre responsabilidades políticas. En algunas comisiones se ha llegado hasta la manipulación del debate. En la de Justicia, presidida por Marcela Aguiñaga, se escuchó durante horas la defensa de Gustavo Jalkh a la política de destitución de jueces. Pero la mayoría boicoteó la presentación de la versión de los jueces destituidos.
Así, el Pleno de Asamblea Nacional, que es el espacio donde se toman las decisiones, se ha mantenido al margen de los temas que más preocupan al país. Esta semana, los acontecimientos internos del partido de gobierno han proporcionado a la oposición una luz de esperanza para superar el bloqueo político. ¿Será que la división de los oficialistas permite recuperar, por primera vez en diez años, a la Asamblea como un espacio de debate?