“¿Es esta la meritocracia que tanto se pregonó y promocionó?”
pruebas al canto: 1.- Salta la pus en los manejos alegres, según sostienen los denunciantes, de los medios públicos, donde se evidencian irregularidades, como pagos indebidos de viviendas, de colegiaturas, de sueldos exorbitantes, incompatibles con una realidad económica de necesidades, y exautoridades saltan a defender, aduciendo que es no es posible comparar una entidad pública con una privada. Argumento muy pobre, impropio de quien ha ejercido la primera magistratura. No se ha dado cuenta que los funcionarios cuestionados utilizaban el argumento de que no eran una empresa pública si no privada para evitar la fiscalización? Inocencia, mediocridad o complicidad?
2.- Se hace una demanda de inconstitucionalidad por el nombra- miento de una vicepresidenta temporal, aduciendo que el titular está de vacaciones. La demanda, hecha por una asambleísta que es abogada, y, patrocinada por un abogado, y no caen en cuenta que la solicitud de vacaciones no ha sido tramitada apropiadamente ni ha sido aprobada. ¿Son estos abogados (demandante y patrocinador) verdaderos profesionales de leyes? ¿No les enseñaron que como abogados necesitan una verdadera prueba que sustente una demanda? Otra vez: ¿Inocencia, mediocridad o desconocimiento?
Con estos dos ejemplos constatamos que quienes políticamente nos representan o nos han representado, carecen de las calificaciones necesarias.
Ing. José M. Jalil Haas