La naturaleza desfiló en carros
La Ciudad de los Cuatro Ríos celebra sus 197 años de independencia
Nino Aspiazu y Gaby Wong, junto a sus dos hijas, llegaron desde Vinces (Los Ríos) para disfrutar de las ferias de Cuenca, como lo hacen desde hace nueve años.
“No nos perdemos las fiestas de Independencia de Cuenca. Aprovechamos que aquí vive mi cuñado para venir a disfrutar de la deliciosa comida de esta tierra”, cuenta Gaby Wong.
Los Aspiazu-Wong son parte de las familias costeñas que llegan cada año a Cuenca para sumarse a los festejos de independencia de la Ciudad de los Cuatro Ríos. Visitar las ferias y observar los desfiles.
Según el presidente de la Asociación de Hoteleros del Azuay, Juan Pablo Vanegas, los alojamientos son ocupados mayormente por turistas de Guayas, El Oro y Los Ríos. “Muy pocos son los venidos desde la Sierra”, indicó.
“Es que Cuenca es una ciudad multicultural”, refiere el cronista de Cuenca, Eliécer Cárdenas. “Es la tierra donde se tejen sueños por ancestralidad; se bordan historias por tradición” en relación a las tejedoras de paja toquilla y cestería y bordadores de makanas, algunos de los oficios dejados por los antepasados.
“La alfarería está entre otras decenas de artes manuales que, sumados a la arquitectura colonial y la amabilidad de su gente, hacen de Cuenca una ciudad de ensueños reconocida internacionalmente”.
“Cuenca es una urbe de tradición, nostalgia y amabilidad”, añade el sociólogo Iván González. Pero también donde se cuida de la naturaleza.
Los estudiantes de las distintas unidades educativas evocaron ayer ese comportamiento en un desfile de trece carros alegóricos, a través de los que expresaron su compromiso con el medio ambiente.
Los carros fueron decorados con orquídeas, rosas y otras flores; y el ave ícono del Ecuador, el cóndor. Sobre uno de ellos se colocó una flor grande, embellecida por una joven cuencana. También fueron representados los elementos de la naturaleza: el aire, el fuego, el agua y la tierra.
Delegaciones de danzantes, al compás de música electrónica, emularon el movimiento del viento y el comportamiento de los árboles y de las aves.
El colegio Sudamericano representó la rica fauna y flora de los océanos. El Herlinda Toral, el culto al sol de nuestros antepasados; el Ciudad de Cuenca, la flora de la ciudad, pues sus estudiantes se disfrazaron de árboles y plantas nativas.
Los estudiantes del colegio Turi mostraron las tradiciones cuencanas, inspiradas en el campo; el de Las Catalinas, la vida en el bosque con danzas y vistosos trajes; y el del César Dávila Andrade, al ritmo de canciones populares, mostraron la belleza floral.
Los 197 años de independencia también se celebraron con 24 ferias artesanales. En la principal, en el barranco del Tomebamba, unos 120 artistas internacionales y con certificado a la Excelencia Artesanal, exponen sus productos desde ayer. Junto a los recintos feriales se hallan los puestos de comidas típicas: chancho horneado con mote pelado, papas con cuero y caldo de gallina criolla.