La caja de Pandora
Alguien debió abrir la caja de Pandora para estar en donde estamos en estos momentos en el Ecuador y yo me atrevo a creer que fue Rafael, quien en su absolutismo absurdo traspasó todas las líneas rojas posibles para incrementar su poder totalitario y aumentar la tensión política, económica, social, ambiental, cultural, llevándonos a una escalada aterradora que hoy amenaza hasta a su propio partido político: Alianza PAIS.
La mitología griega cuenta el mito de Pandora, la esposa de Epimeteo -hermano de Prometeo-, que recibió una caja como regalo de boda con la advertencia de no abrirla en ningún caso. Pandora, caracterizada por una curiosidad infinita, la abrió, liberando todos los males del mundo, que se esparcieron por todas partes.
El peor de los males que desató Rafael fue haber montado un control sobre los diferentes poderes del Estado a través de un partido único, encargado de manipular a los demás poderes existentes, bajo la justificación de una representación normada. Así, el Consejo de Participación Ciudadana que preside la Fun- ción de Transparencia y Control Social, se autoproclamó como una representación de la ciudadanía y bajo su mandato nombró al procurador general del Estado, a todos los superintendentes, al defensor del pueblo, al defensor público, al fiscal general del Estado, al contralor general del Estado, a los miembros del Consejo Nacional Electoral, Tribunal Contencioso Electoral y al Consejo de la Judicatura. Todos ellos cuestionados por ser parciales a las líneas del partido único.
¿No fueron ellos los que permitieron la Ley Mordaza? ¿Qué
¡Pero qué descaro! Lo que deberían hacer es intentar cerrar la caja de Pandora que irresponsablemente abrieron’.