Trump exhibe su complicidad con Duterte
400 millonarios piden al presidente que no les recorten los impuestos
Donald Trump exhibió ayer en Manila su buena sintonía con Rodrigo Duterte, el controvertido presidente filipino que lleva a cabo en su país una sangrienta guerra contra el tráfico de estupefacientes y asegura haber matado a un hombre, cuando era adolescente.
Sentados uno al lado del otro, el presidente estadounidense y su homólogo filipino aparecieron muy distendidos, haciendo bromas al inicio de su primera reunión.
“Tenemos muy buenas relaciones”, subrayó Trump, en esta reunión celebrada al margen de una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), donde el estadounidense termina una gira por cinco países de Asia.
Desde Filipinas, Trump arengó a los legisladores que debaten propuestas de reforma fiscal en las dos cámaras del Congreso controladas por los republicanos, para que aprueben los recortes de impuestos propuestos por el mandatario.
Los republicanos intentan lograr una importante reforma del código impositivo, lo que representaría la primera victoria legislativa relevante de Trump.
Un grupo de 400 millonarios estadounidenses se mostró contrario a la reforma fiscal presentada por la Administración del presidente Donald Trump, por considerar que au- mentará la desigualdad en el país y que afectará a servicios básicos, y pidió al Gobierno que les suba los impuestos.
En tanto, continúa el culebrón judicial sobre el veto migratorio de Trump. Un tribunal de apelaciones federal permitió ayer la entrada en vigor de la tercera versión del decreto, que restringe el acceso a Estados Unidos de visitantes extranjeros. Pero lo hizo con un matiz relevante: solo podrá negarse la entrada a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana que no tengan vínculos personales o familiares con Estados Unidos.