Desde pequeños aprenden las artes del rodeo montuvio

Es tradición campesina en Los Ríos enseñar a los niños a domar equinos

José Rosado apenas alcanzaba la edad escolar cuando su progenitor lo subió por primera vez a un caballo.

El agricultor desde pequeño vivió rodeado de equinos en la finca de sus abuelos, desde aquellas épocas empezó a dominar los bravíos corceles cuando apenas tenía 10 años.

A medida que fue creciendo, José quiso convertirse en el mejor jinete de la hacienda y empe- zó a practicar hasta lograrlo. Su padre, un montuvio de cepa, le enseñó todo lo que aprendió de su abuelo en las praderas de la finca ubicada en el cantón Vinces, provincia de Los Ríos.

A los 12 años José ya sabía ensillar un caballo y hasta enlazarlo durante una corrida. Lo difícil vino después. Montar al potro más chúcaro del corral representó para aquel joven jinete, muchas caídas y raspones en sus extremidades. Sin embargo, jamás declinó en su objetivo y continuó practicando hasta conseguir mantenerse por al menos ocho segundos sobre el lomo Actividad. Hoy, los campesinos celebrarán la tradicional cabalgata en la parroquia La Unión del cantón Babahoyo. del animal, tiempo en que el caballo no deja de corcovear para zafarse del jinete, que lo hinca en las costillas con sus espuelas.

Esa monta se llama caracoleo y consiste en dominar al potro salvaje sujetando las riendas con una sola mano. A los 14 años José era un experto en esos trucos y estaba listo para participar en su primer rodeo montuvio.

También se distingue Jimmy Carpio, de 30 años, quien es considerado el jinete más arriesgado de la hacienda donde labora. Su especialidad es la monta de cepo, que consiste en evitar caer del caballo sin montura, mientras se sostiene únicamente de la crin del animal.

En las zonas rurales de la provincia aún se inculca esta práctica a los más pequeños, quienes también llegan a los rodeos para observar la presentación de los familiares. La creatividad juega un papel fundamental para ellos.