LAS FRASES
dejaron nunca de estar vigentes.
Bonadio dictó los procesamientos un mes y medio después de tomar declaración indagatoria a los acusados en esta causa, que fue inicialmente abierta por el exfiscal Alberto Nisman cuatro días antes de aparecer muerto en su apartamento de Buenos Aires de un disparo en la sien. Nisman, fiscal de la causa Amia, había acusado a la entonces presidenta, al canciller y a otros funcionarios de haber orquestrado un plan criminal para “dotar de impunidad” a cinco iraníes sospechosos de ser los autores intelectuales del atentado a la Amia, el peor de la historia de Argentina, a cambio de bene- (Macri)Eselmáximo yverdadero responsabledeuna organizaciónpolíticay judicialparaperseguir alaoposición. ficios económicos.
Los acusados, todos altos funcionarios o diplomáticos, tenían en enero de 2013 un pedido de captura internacional cuando el gobierno de Fernández firmó con Teherán un memorando que Anteelpedidode desafuerocorresponde estudiarlocon seriedadyfijarunaposición nopartidistasino institucional. lo habilitaba a interrogarlos en territorio iraní. El Gobierno presentó el acuerdo como la única posibilidad de avanzar en una causa que en ese entonces estaba paralizada, pero el fiscal entendió que fue en realidad “un incum- plimiento a los deberes de funcionario público”. La causa fue desestimada con rapidez en 2015, pero se reabrió hace un año, ya con Mauricio Macri en el poder. Ahora está en el despacho de Bonadio, el juez más enfrentado a los Kirchner y quien fue apartado de la investigación del atentado en 2005.
La primera de las detenciones ordenadas por Bonadio ocurrió la madrugada de ayer. Policías federales arrestaron en su casa al exsecretario de Legal y Técnica durante los 12 años del kirchnerismo, Carlos Zannini. Horas después, fue el turno del militante kircherista Luis D’Elia, del líder islámico Jorge Alejandro Yussuf Khalil y se espera que el próximo sea el dirigente social Fernando Esteche. Bonadio dictó prisión preventiva por enfermedad para Timerman y procesó también sin prisión preventiva al exjefe de los espías Óscar Parrilli y al legislador Andrés Larroque.
La expresidenta está procesada e investigada también en otras causas. La más delicada es la que investiga junto a toda su familia por presunto lavado de dinero de empresarios afines a través de los hoteles que tienen en El Calafate, un centro turístico al lado del Glaciar Perito Moreno. El golpe judicial de ayer la debilita aún más.