“En el Ecuador no queremos vivir en el paraíso de la impunidad”
En el Ecuador perfuma el dicho de que el delincuente es “inocente” hasta que no se demuestre documentadamente lo contrario. Ni con escritura pública y con reconocimiento del delito se podría involucrarlo porque se lo calificaría de mentalmente incapacitado, libre de culpa y vacunado contra un juicio por los delitos juzgados y conexos.
Su inocencia podría también obedecer a otros ámbitos de poder, siendo así un “inocente” acusado de un delito que se explica por sí solo, no procede. Las leyes ecuatorianas serían prodelincuenciales.
Señor Director, en cualquier país, a todo ciudadano consciente le preocupa este aspecto, pues sabe de la imposibilidad de lograr el desarrollo, la paz y la seguridad, el bienestar y la prosperidad, cosa que deseamos para el bien de todos. Lo contrario sería vivir en un paraíso de la impunidad, empobrecedor, tal cual se aprecia en Venezuela, país económicamente rico convertido en extremadamente pobre y, por ende, altamente peligroso para América Latina y para el mundo entero. Veamos entonces qué acontece en la próxima audiencia de formulación de cargos a un grupo de glosados, por la Contraloría General del Estado, por una presunta defraudación al IESS.
Ing. Jorge R. Morán Mosquera