El ranking “Doing Business” pierde prestigio en Chile
En ese país, al estudio se le atribuye una carga ideológica y política
Desde su lanzamiento en el 2003, ya se había convertido en un blanco de críticas por el supuesto sesgo de sus resultados, pero la crítica en Chile en contra del Doing Business ha empezado a tocar fondo.
A este ranking mundial, que habla de cuán favorable puede resultar el entorno de un país para hacer negocios, se le ha atribuido un sesgo político e ideológico. Lo admitió esta vez un representante del Banco Mundial, el ente que se encarga de elaborar año a año este informe. El pasado 12 de enero, en una entrevista con The Wall Street Journal, Paúl Romer reconoció que una serie de cambios metodológicos habían penalizado la nota de competitividad de Chile, en concreto, durante los mandatos de la socialista Michelle Bachelet, y que estas malas puntuaciones podrían haberse visto contaminadas por motivaciones políticas.
“Quiero disculparme personalmente con Chile y con cualquier otro país en el que hayamos transmitido la impresión equivocada”, dijo Romer.
Tras estas declaraciones, el Gobierno chileno reaccionó indignado. La presidenta reclamó una investigación y el ministro de Economía, Jorge Rodríguez, calificó esto de “inmoral”.
Desde 2006, la posición de Chile ha fluctuado del puesto 25 al 57 (en un listado de 190) pero con ciclos diferenciados: bajó durante los dos mandatos de Bachelet (el segundo se encuentra en su recta final) y mejoró con el conservador Sebastián Piñera (2010-2014).
El bajón en el ranking tenía poco que ver con la presidenta y mucho con las nuevas métricas. “Las condiciones para los negocios no había empeorado bajo la Administración de Bachelet”, señaló para rematar diciendo que no confiaba en la “integridad” de los datos del informe. Tras esta polémica, se conoció que ayer dimitió a su cargo.
EL DATO Lo que se evalúa. El estudio mide la facilidad para iniciar un negocio, la obtención de permisos, servicios o la resolución de insolvencias, entre otros temas.