Obsolescencia programada
Es sabido que los productos electrónicos y los electrodomésticos podrían perfectamente prolongar su vida útil si algunos de sus componentes fueran de mejor calidad y no estuvieran diseñados para fallar en un tiempo determinado. Sin embargo, es la obsolescencia programada la que determina cuánto durarán, es decir, el establecer -por parte del fabricante- que un producto no funcione o sea inservible en un tiempo específico, tanto por la inclusión de dispositivos internos que definen su vida útil, como por la imposibilidad de repararlos por falta de repuestos o por incompatibilidad de la actualización con un sistema operativo.
La función de estos procedimientos es evidentemente la generación de más ingresos económicos continuos para los fabricantes de los equipos, a costa de no ofrecer productos de calidad, sin pensar en los consumidores. También hay obsolescencia programada en el abuso de las fechas de caducidad de los alimentos y los productos farmacéuticos que, en muchos casos, pudieran ser consumidos más allá de lo que las etiquetas indican.
Hace pocos días el tema saltó cuando se acusó a cierta compañía de teléfonos inteligentes de reducir de manera intencional el rendimiento de sus equipos más antiguos a fin de impulsar a los usuarios a cambiarlos por los modelos más nuevos. La propia empresa tuvo que salir al paso y explicar que lo hacía como una forma de evitar los problemas de funcionamiento debido al envejecimiento natural de las baterías.
La Unión Europea ha establecido como meta el acabar con la obsolescencia programada en el
La función de estos procedimientos es evidentemente la generación de más ingresos económicos continuos para los fabricantes de los equipos...’.
mercado de la electrónica. El objetivo es que los consumidores puedan reparar sus equipos, tanto teléfonos celulares, computadoras y electrodomésticos, de manera sencilla en cualquier proveedor y no solo en los elegidos por las empresas, de manera que la vida útil de los equipos sea muy superior a la actual y que sea posible, por ejemplo, extraer y cambiar fácilmente las baterías de los equipos electrónicos o que se garantice que los electrodomésticos no vayan a fallar luego de vencer su garantía.