Ecuador, un refugio que los salvó del Holocausto
En el país aún viven víctimas del horror nazi de la Segunda Guerra Mundial ❚ En Quito se les rindió ayer un tributo
EL DETALLE
Ecuador, un país lejano, desconocido y ajeno, se convirtió en refugio para unos 3.000 judíos que escaparon de las garras del nazismo en el Viejo Continente y sentaron las bases de una comunidad que echó nuevas raíces sin olvidar su pasado.
En Quito, en un acto en la Universidad de las Américas, al que asistieron delegados de las Naciones Unidas y diplomáticos de las embajadas de Israel y Alemania, se rindió ayer tributo a las víctimas del horror nazi en el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, fijado por la ONU en 2005 y efemérides de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-birkenau (Polonia). Hubo un encendido de velas.
“En Ecuador apenas hay entre 7 y 10 supervivientes y proceden de Hungría, Checoslovaquia y Rumanía”, explica Sol Paz, coordinadora del Centro Manuel Antonio Muñoz Borrero, especializado en el estudio sobre el Holocausto, derechos humanos y genocidios. Fundado en 2012, lleva el nombre del cónsul general ecuatoriano en Estocolmo que durante la Segunda Guerra Mundial expidió visados a judíos europeos para que pudieran escapar del nazismo, lo que le valió el título de ‘Justo entre las Naciones’, máximo reconocimiento otorgado por el Museo Memorial Yad Vashem de Jerusalén a los gentiles que salvaron vidas judías.
Ubicado en el colegio judío Alberto Einstein, en el norte de Quito, al centro acuden investigadores que abordan, sobre todo, la migración de judíos al Ecuador. “Se reporta que llegaron unos 3.000 judíos del éxodo de la Segunda Guerra Mundial 1. Eva Ehrenfeld, acompañada de sus familiares, enciende una vela en memoria de los caídos del Holocausto. 2 y 3. Rosa Baier, hija de Alfredo Baier y Sida Samiz, quienes llegaron a Ecuador cuando tenían seis y cuatro años, huyendo del genocidio.