Un impulso económico y legal para los edificios de parqueos
El Municipio alista una ordenanza para incentivar la inversión en este tipo de emprendimientos ❚ El plan causa expectativas y apunta al centro y su periferia
Uno de los mayores problemas del centro de Guayaquil es la agobiante falta de espacios para estacionamiento de vehículos. Allí las calles que permiten aparcar, así como los pocos edificios y patios dedicados a la recepción y custodia de autos son realmente insuficientes. Eso podría cambiar en poco tiempo si funciona un plan que tiene el Municipio para lograr que la oferta sea al menos compatible con la alta demanda.
El gobierno local tiene casi lista una ordenanza que incentivará las inversiones dirigidas a la construcción de edificios para parqueo en el centro y las zonas aledañas a este. La ayuda no solo será de orden tributario y económico, sino también a nivel normativo.
EL DETALLE La seguridad. Uno de los principales motivos de la alta demanda de parqueos en patios y edificios es que estos locales brindan más garantías contra robos.
Paralelamente a la elaboración de la norma, representantes del Ayuntamiento han mantenido recientemente algunas reuniones con los primeros interesados, a quienes les ha comunicado sobre la iniciativa y algunos parámetros que se deberán cumplir para poder construir o remodelar un edificio para el uso vehicular.
“Les hemos dicho, por ejemplo, en esta zona de la ciudad en esta calle usted sí puede pensar en desarrollar un edificio de parqueo , y en esta zona no”, reveló José Núñez, asesor de la Dirección de Urbanismo y Ordenamiento Territorial (DUOT), del Municipio.
En efecto, la ordenanza dirá cuáles son los requisitos para poder aplicar a este plan, pero sobre todo, cuáles son los sitios o calles menos conflictivos para este tipo de actividades, pues hacerlo en cualquier parte profundizaría otro gran problema que tiene el centro: los congestionamientos vehiculares.
El proyecto entusiasma a dueños de modestos y grandes patios que hoy dan el servicio. Fanny Tello, quien tiene un garaje con capacidad para veinte carros en la intersección de las calles Luque y Chimborazo, en pleno corazón turístico de la urbe, es una de ellos. Dice que en principio la idea es buena, pero hasta no conocer las reglas del juego no sabe si podrá aplicar o no al plan municipal.
Entre los usuarios frecuentes de estos garajes públicos también hay expectativas. Hugo Acosta, quien trabaja en la zona y debe dejar su Van en un patio a seis cuadras de distancia, cree que Guayaquil requiere de esta solución que propone el Municipio.
Lo mismo opina Christian Lucas, un joyero que tras muchos años de andar de patio en patio buscando espacio para su vehículo, encontró uno fijo en un garaje cerca de su local.
“La idea es muy buena, pero debería ir acompañada de una regulación de las tarifas, pues actualmente es un gasto muy grande el guardar el carro durante ocho o nueve horas diarias en un patio”, dice Lucas.
Según constructores y promotores inmobiliarios, solo un 3 % de edificios altos de Guayaquil son total o parcialmente para parqueo de autos. Por eso cualquier propuesta es acogida en una ciudad con un parque automotor que en 2017 llegó a cerca de 400.000 vehículos.
Gilberto Martínez, ingeniero civil y docente de las facultades de Ingeniería y de Arquitectura de la Universidad Católica de Guayaquil, cree incluso que es hora de pensar en construcciones bajo el suelo para atacar el problema del tránsito y de falta de sitios de parqueo.
Para este técnico, no es sostenible ni estético que los primeros pisos de un edificio, que son los que constituyen los metros cuadrados más costosos, comercialmente hablando, hoy sirvan para el parqueo de vehículos, “cuando estos pueden ir en construcciones subterráneas, como se está haciendo en México y otras ciudades”.
VOCES Actualmente hay que madrugar para estacionar el carro en algún garaje del centro. Si te levantas muy tarde corres el riesgo de ya no encontrar espacio libre.