Agencias de empleo al aire libre en Alborada
Hay sitios donde se agrupan albañiles, gasfiteros, electricistas o pintores ❚ Los vecinos los contratan y los ven como cercanos
dice Bravo, gracias a la publicidad de boca en boca, la que a su juicio funciona, ha sido contratado para levantar viviendas en Quito, Santa Elena e Ibarra.
Elizabeth Carrión, quien vive en la décima etapa de la Alborada, a seis cuadras de esta ‘oficina’ ambulante repleta de carteles que promocionan los oficios y cajas de herramientas colocadas sobre el cemento (y que guardan desde clavos hasta taladros), dice ser una fiel usuaria de los servicios. No solo por la cercanía, sino porque los operarios “son multiusos, capaces de arreglarlo todo”.
Jorge Mancero, morador de la vecina Álamos Norte, dice que el año pasado empleó a los ocho para remodelar su casa. “Quería una cocina nueva, una piscina y la hicieron. Trabajaron a tiempo completo”.
Los consideran parte de la identidad del barrio. Se los ve siempre a la misma hora, de 09:00 a 18:00 de lunes a sábado; reparando todo tipo de artefactos a un costado de la vía.
“Aquí uno viene a lo suyo, pero en los días flojos, hacemos uno que otro amigo. Trabajar en la calle a veces se torna difícil. Hablar con otros ayuda a darte cuenta que tu situación no es tan mala como parece”, dice Ullón, quien aclara que evita bromear con los adictos que usan la infraestructura del puente como guarida.
Cerca de los bloques de Apanor en la V etapa de Alborada, una cuadrilla de veinte personas, entre ellos Freddy Mujica, realiza las mismas actividades. De vez en vez, alguno se sitúa por la iglesia Nuestra Señora de la Alborada (VII etapa) o el centro comercial Plaza Mayor. Los nuevos, sobre todo, agrega Alfredo Delgado, plomero, se desplazan en busca de nichos.
Pero la calle tiene sus peligros. Para Mujica, si bien estas ocupaciones evitan que los trabajos artesanales se pierdan, quienes los ejercen también se han visto afectados por los robos. Hay testimonios de obreros asaltados por supuestos clientes en el camino, que han perdido la ganancia del día, su equipo de trabajo y hasta la ropa.
LAS FRASES Ellos te atienden hasta en Navidad. Yo los llamé a las 23:00 y no dudaron en venir.