Incertidumbre bursátil
Del 2 al 8 de febrero, las bolsas de valores a nivel mundial han vivido las jornadas más volátiles de los últimos años. Dow Jones, índice bursátil del NYSE, el más famoso, cayó más de 1.000 en dos ocasiones; otro día, tuvo un rango de 1.000 puntos; en la mañana cayó 500 y al terminar la jornada, alza de 500.
En EE.UU. la mitad de los hogares adquieren títulos de valores. Una caída en un día de 1 % de los índices consolidados, representa pérdida de 690.000 millones de dólares para los inversionistas del mundo, casi 7 veces el PIB de Ecuador.
El pasado jueves los accionistas de Apple perdieron 35.000 millones de dólares. ¿Qué sucede en los mercados de capitales? ¿Por qué hay alzas y bajas tan extremas? No hay solo una respuesta, son varias. La severa recesión estadounidense entre 2007 y 2009 obligó a los inversionistas a comprar bonos de la Tesorería estadounidense. Al comenzar la reactivación de la economía regresaron sus capitales a las bolsas de valores, y a pesar de que las ventas de las empresas eran inferiores a las anteriores a la crisis, las utilidades crecían por reducción de costos. Esto causó sobrevalorización de esas acciones. Cuando ello ocurre, el propio mercado hace los correctivos; no sucedió por la elección de Donald Trump a la presidencia, quien hizo numerosas ofertas al sector empresarial. El valor de los títulos bursátiles continuó al alza. Se necesitó un detonante para sacudir los mercados; fue el inicio de las primeras
El pasado jueves los accionistas de Apple perdieron 35.000 millones de dólares’.
señales de inflación lo que impulsó al FED (Banco Central) a aumentar la tasa de interés. Esta medida empujó el incremento del rendimiento de los bonos. Cuando estos pagan 3 % anual de rendimiento promedio, los inversionistas que tienen acciones cuyos dividendos ofrecen similar rendimiento, prefieren venderlas para invertir en bonos.
El encarecimiento del dinero no es bueno para empresas como las industriales, les representa un mayor egreso de gastos financieros.
Cuando ocurren caídas tan dramáticas, los grandes inversionistas que trabajan con margen tienen que liquidar las posiciones y al hacerlo echan más leña al fuego. La conmoción seguirá.