El carnaval revive la esperanza en Brasil
Las festividades iluminan Río de Janeiro pese a la ola de crímenes y al temor a la fiebre amarilla ❚ Refuerzan la seguridad
El ambiente festivo copaba ayer las calles de Río de Janeiro por el carnaval, con personas bailando y bebiendo en fiestas de barrio a pesar de la ola de crímenes que ha sacudido a la ciudad y del aumento de los casos de fiebre amarilla en todo Brasil.
Se espera que más de 6 millones de personas, incluidos 1,5 millones de turistas, salgan a las calles en el marco de las celebraciones anuales que enfrentan a las 13 mejores escuelas de samba de la ciudad en coloridos desfiles de gran despliegue que pueden costar más de dos millones de dólares cada uno. Sin embargo, las celebraciones de este año se producen en medio de una escalada de violencia.
EL DETALLE El desfile. Desde un barco de esclavos negros que navega al ritmo de la samba hasta musas griegas e iconos del cine de terror engalanaron el carnaval.
Los avances en seguridad logrados después de que la policía comenzó un programa de “pacificación” en 2008, que alejó a las bandas de narcotraficantes de las favelas, se han ido desmoronando, en medio de una crisis económica que ha agotado los fondos y de críticas que aseguran que el Gobierno no cumplió con las mejoras sociales prometidas para los barrios marginales.
Los reportes de tiroteos promediaron 22 por día en enero de este año, frente a los 16 del 2017, dijo Fogo Cruzado, un grupo que hace seguimiento de la violencia armada en Río.
En los últimos días, una niña de 3 años murió en un intento de robo y un adolescente de 13 años falleció luego de ser atrapado por el fuego cruzado entre policías y traficantes cuando regresaba a casa después de un partido de fútbol.
El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, dijo que pasan por una situación complicada, pero que este carnaval es un momento de esperanza y resurgimiento.
LA FRASE Vivimosconnuestros corazones destrozadosporla violencia.elcarnavalsetrata deresurgimiento.
Río aumentará su fuerza policial a 17.000 efectivos por las festividades, después de que el Gobierno federal negó una solicitud de tropas para potenciar el resguardo.
Brasil también está luchando actualmente contra un aumento de los casos de fiebre amarilla, una enfermedad viral transmitida por mosquitos en las regiones tropicales. Desde julio de 2017 ha habido 98 muertes y 353 casos confirmados. El brote de la enfermedad, que sigue siendo una de las principales causas de muerte en África, pero que está en gran medida controla en América, ha afectado con mayor fuerza a los estados de Sao Paulo y Minas Gerais.
El secretario de Salud del estado de Río, Luiz Antonio Teixeira Junior, ha recomendado que los turistas que no estén vacunados eviten los bosques y las cascadas.
El festival termina el miércoles. oficialmente