El paro del ELN aleja la esperanza de la paz
Con la huelga armada, la guerrilla colombiana intenta presionar al Gobierno ❚ Santos: “Va a ser muy difícil” reanudar los diálogos
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la que fuera la segunda guerrilla de Colombia hasta la desaparición de las FARC como grupo armado, mantiene al país en jaque con su estrategia de violencia y miedo. Desde el sábado hasta hoy ha declarado un paro armado que pretende impedir el tránsito de personas y vehículos en todas las regiones que están bajo su control. La medida represora significa que cualquiera que no permanezca en casa estos tres días podrá perder la vida, la libertad o sufrir una agresión. Hasta el momento, el departamento del Cesar, en el norte, ha sufrido las mayores consecuencias con cuatro atentados en vías principales.
EL DETALLE Fuerzas militares afirman que la guerrilla ELN “está utilizando” en sus atentados a ciudadanos venezolanos que huyen de su país.
El paro armado es la herramienta del ELN para forzar que el Gobierno de Juan Manuel Santos vuelva a la mesa de negociación en Ecuador a la que ambas partes llegaron en febrero de 2017 en busca de un acuerdo de paz. Casi un año después, el pasado 18 de enero, los diálogos se suspendieron por orden del presidente colombiano tras varios atentados de la guerrilla contra infraestructuras y militares.
El ELN retomó los ataques unos días antes, el 9 de enero, fecha en la que vencía la tregua pactada con el Estado que había comenzado el 1 de octubre de 2017, con motivo de la visita del papa Francisco a Colombia. En aquel momento, Santos aseguró estar dispuesto a prorrogar el cese al fuego, negociar nuevas condiciones y continuar con el proceso de paz: “Así se lo hicimos saber al ELN, para responder afirmativamente ante la solicitud de la conferencia episcopal, las Naciones Unidas, los países amigos y centenares de organizaciones de la sociedad civil”.
La posición del Gobierno colombiano ha cambiado tras los últimos ataques del paro armado. “Va a ser muy difícil reanudar el diálogo”, dijo Santos en el departamento de Arauca, en el este del país, una de las regiones donde el ELN ejerce el poder, al resguardo del COCE,
LA FRASE Las fuerzas de seguridad tienen toda la capacidad para controlar un paro armado.
el organismo de mando de la guerrilla, que se esconde en los más de 2.000 kilómetros que separan a Colombia de Venezuela desde su origen a mediados de los sesenta.
Los ataques del ELN suelen perpetrarse contra la población civil y grandes infraestructuras viales y petroleras. “¿Un puente inhabilitado a quién afecta? A la población. ¿Un tubo perforado a quién afecta? Al medio ambiente. ¿Y el paro armado? Un paro armado se promueve generalmente para generar miedo. Y el paro armado funciona con base en el miedo”, manifestó el presidente.
El ELN, con una ideología que mezcla cristianismo y marxismo, surgió casi al mismo tiempo que la ahora exinsurgencia de las FARC, en los sesenta. Desde que comenzaran a combatir al Estado colombiano, no habían conseguido un acercamiento sólido con el Gobierno hasta 2017, cuando se iniciaron los diálogos con el Ejecutivo de Santos tras varios fracasos durante los períodos de los exmandatarios César Gaviria y Álvaro Uribe.