¿Cuánto has amado?
Es época de graduaciones de bachilleres, de vestidos y de la gala. La fiesta, organizada y pagada desde años atrás con el trabajo de padres de familia, parece ser el centro de todo. En medio de la inmisericorde agitación por el carnaval y la situación política del país, encuentro este discurso del javeriano bachiller Juan Sebastián Villalba, a quien no tengo el gusto de conocer; sin embargo, su texto conmueve harto. ¡Y es que últimamente recibo tantas lecciones de los jóvenes! Lo comparto y con las disculpas del autor lo editaré, no cabe aquí completo. Titula así: “Al atardecer de la vida, seremos examinados en el Amor”.
“Esta frase, del místico español y doctor de la Iglesia, San Juan de la Cruz, expresa que al final de la vida, cuando nos presentemos ante Dios, la posible pregunta a responder será: ¿cuánto has amado? Hoy… hagámonos esa misma pregunta: ¿cuánto hemos amado?
He de ser yo el primero en confesar que no amé lo suficiente. Ni siquiera quería entrar al colegio… Sin embargo, aquí conocimos mucho más que ecuaciones o movimientos literarios, aquí aprendimos que existe un amor casi tan fuerte como el amor de familia. Descubrimos un amor que es reflejo del amor de Dios… Encontramos el amor entre amigos, aquí nos hicimos hermanos para toda la vida. Porque amistad -afecto, simpatía y confianza- es poco para las alegrías con las que gozamos… ¡Quién pensaría que esos seres extraños que estaban en un mismo curso por primera vez hace algunos años llegarían a ser tan importantes! Y, a pesar de que no amé lo suficiente, amé. Los amé.
Ahora, que el colegio llega a su fin… cuando la vida… verdaderamente comienza… cabe hacernos la pregunta del principio, pero planteada de forma distinta: ¿cuánto voy a amar? En un mundo donde el amor es ultrajado y confundido con cualquier cosa, somos nosotros quienes debemos rescatar su verdadero sentido” (hasta aquí).
¿Somos capaces de preguntarles a nuestros seres queridos cuán amados se han sentido por nosotros?