Tranquilidad por sus estudios, impotencia por su universidad
La comunidad educativa de la Santa María se muestra solidaria con la institución ❚ Piden a las autoridades que permitan la creación del nuevo ente
Estudiantes, docentes, empleados administrativos y padres de familia aseguran estar tranquilos frente a la situación que vive la Universidad Técnica Federico Santa María campus Guayaquil, cuya sede está en Valparaíso (Chile). Están optimistas de que, así como en otras ocasiones, la institución sorteará todas las trabas para seguir ofertando en el país una educación de excelencia.
Luego de 23 años de funcionar en la ciudad, la universidad suspendió el ingreso de nuevos alumnos y notificó que seguirá laborando en Ecuador hasta graduar a todos los estudiantes matriculados hasta el 30 de diciembre del 2017. También anunció que se retira del proyecto de creación de la Universidad del Río que iba a reemplazar al campus actual.
EL DETALLE Interés. La Universidad Santa María ha recibido más de 200 solicitudes de nuevas matrículas, que no ha podido dar trámite por la decisión tomada. VOCES
Génesis Casanova, alumna de sexto semestre de la carrera de Mercadotecnia, está convencida de que sus estudios están garantizados. Así se lo han hecho saber los directivos de la universidad. “Me graduaré con un título internacional sin necesidad de estudiar en el exterior”, dice con orgullo. Sin embargo, le preocupa que una institución de prestigio y excelencia académica tenga que cerrar y desistir de un proyecto por trabas jurídicas. “Uno se siente impotente ante situaciones como estas”, añade.
La traba jurídica a la que se refiere Génesis, es una reforma al artículo 161 de la Ley Orgánica
Estamos al tanto de la situación. Se está afectando no solo a la Santa María, sino a todos los jóvenes que quieren hacer su titulo más llamativo de manera profesional.
de Educación Superior (LOES), que impide a promotores de una universidad participar en su funcionamiento y operación, una vez creada.
A Christian Flores, egresado de la carrera de Diseño Gráfico, le da pena que el sistema legal “corche la existencia de una de las mejores universidades que tiene el país”. Cree que se está impidiendo que más universidades locales tengan el aval de los centros extranjeros. “Necesitamos que instituciones de afuera introduzcan nuevos conocimientos para ser más competitivos”, resalta.
Docentes como Marwin Lavayen, coordinador de la carrera de Marketing, también está tranquilo y ha dado su respaldo a las autoridades de la universidad. No obstante, rechaza aquella reforma a la LOES, porque -insiste- no solo afecta las perspectivas de crecimiento de la Santa María sino a todas las universidades privadas del país. “Estamos tranquilos porque hemos visto el espíritu de lucha de los directivos. Ellos siguen buscando los medios para que la decisión se revea”.
Lucy Tuárez, coordinadora de la biblioteca, dice sentirse horrorizada de que una ley pueda coartar la educación. “Ojalá las autoridades tengan la capacidad de discernir de la mejor manera”.
Padres de familia como Érika Guerra, dice estar convencida de que el problema se va a solucionar y que el país podrá seguir contando con una universidad de excelencia.