Un ceibo se enraíza a las tradiciones urbanas
En Manta, el árbol ha sido bautizado como ‘el ceibito del amor’ ❚ Alberga con su sombra a muchos abogados en sus descansos
Fue sembrado un 14 de febrero del 2001; está plantado en el centro de la Plazoleta Azúa, ubicada en la calle 2 y avenida 4 frente al edificio del Palacio de Justicia de Manta.
El miércoles cumplió 17 años de haber sido sembrado y fue recordado por poetas, escritores e historiadores del cantón, quienes aducen que, durante todo este tiempo, el ceibo es un mudo testigo de acontecimientos tristes, alegres, discusiones de parejas y de llantos que ocurren a su alrededor. ‘El Árbol Pelucón’ , esto se debe a que es regado permanentemente por quien lo plantó y por las personas que se cobijan en él.
En la vía a Jipijapa, en una zona de bosque seco tropical de unas 15.000 hectáreas, se aprecia una gran cantidad de estos ceibos, algunos de ellos tienen hasta nombres con los que los campesinos los han bautizado.
Para el joven ingeniero agrónomo, Ricardo Lorenty, estos árboles son como los camellos del desierto, almacenan agua en sus troncos, ayudan a la regulación hidrológica y cuando termina la etapa invernal, estos aflojan sus hojas y dan paso a la cosecha de la lana. Según registros existen ceibos que datan de más de 400 años.
La Plazoleta Azúa, es un sitio en Manta donde se concentran abogados, empleados municipales y hasta médicos, buscando una sombra bajo aquel Ceibo del Amor.
LA CIFRA 400 AÑOS UTILIDADES