Las Fuerzas Armadas logran más dotación
Las compras se alistan ❚ Los expertos urgen replantear los planes para la seguridad integral
Las Fuerzas Armadas y la Policía se enfrentan, por primera vez en la historia del país, a un enemigo desconocido, sin ideología, con ojos y oídos en todas las poblaciones fronterizas y que puede atacar en cualquier momento y lugar. Por ahora, sus objetivos han sido los miembros de estas dos instituciones armadas.
Las autoridades conocen que la planificación y puesta en marcha de los ataques con explosivos (siete en 52 días) contra instalaciones y miembros de la fuerza pública, se hicieron lejos del alcance de las patrullas militares, en la selva sur occidental del territorio colombiano, a donde saben que no pueden ingresar ni operar.
“Allí tienen su zona de confort”, dijo ayer a EXPRESO el jefe del Comando Conjunto, general César Merizalde, quien cree que se están enfrentando a un enemigo desconocido, invisible, que puede colocar emboscadas en cualquier lugar, como la que ocurrió el martes pasado, en la que murieron tres militares y otros once resultaron heridos.
“Es difícil saber quiénes son los enemigos. Están camuflados en la población, son disidentes de la guerrilla colombiana, entrenados para atacar y esconderse en la selva. Es una guerra de guerrillas”, añade.
Ante este complejo escenario, por años advertido de que iba a presentarse en cualquier momento, expertos militares consultados por EXPRESO recomiendan hacer un replanteamiento total de los sistemas de Seguridad, Inteligencia y Defensa del Estado ecuatoriano. Aquello, aseguran, incluye el restablecimiento de estructuras de inteligencia destruidas y el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y la Policía, que tienen severas carencias en cuanto a dotación y equipamiento. Sin ello, aseguran, no podrán cumplir con eficiencia la misión de proteger al país del narcoterrorismo.
Este Diario conoció que el Gobierno ya asignó 14 millones de dólares a las Fuerzas Armadas y a la Policía para compras urgentes que mejoren sus dotaciones y permitan el mantenimiento y la adquisición de repuestos para aeronaves, lanchas y vehículos que estaban fuera de uso.
Aunque los fondos aún no ingresan a las arcas de las entidades castrenses, los procesos de compra comenzaron a hacerse bajo el amparo del decreto de emergencia fronteriza, que acelera los procesos.
Más recursos para una mejor dotación es imprescindible, pero no lo es todo, advierte el general de división José Lascano, exjefe del Estado Mayor y exdirector de Inteligencia del Ejército. Él considera que hay que corregir la flaqueza del manejo de la información que sale al público. “No puede ser que en una situación como la que se está viviendo, los ministros del Interior, César Navas, y de Defensa, Patricio Zambrano, salgan a hacer anuncios de operaciones para ayudar a la seguridad. Ponen en alerta a los delincuentes”.
Lascano recomienda reconstruir el sistema de inteligencia de militares y policías con un mando único, técnico y analítico, no político, que nutra de información y establezca escenarios de riesgo; que por un lado apoye las operaciones militares y por otro otorgue herramientas al presidente Lenín Moreno para la toma de decisiones.
“Urge corregir la cadena de errores cometidos, que lo que ha hecho es crear caos”, dice el general retirado Oswaldo Jarrín, experto en inteligencia y exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. El primero: no tener una política de Defensa, cuya propuesta debió recomendar el ministerio del ramo. El segundo: que no se haya nombrado a una autoridad de Gobierno en la zona de frontera. El tercero: que no exista un organismo (como lo era antes el Consejo de Seguridad Nacional) que establezca las directrices. El cuarto: que no exista una autoridad militar única que centralice la información, tome las decisiones y responda por ellas. Estima que la creación de un mando único con un oficial de menor jerarquía es un grave error.
A criterio del vicealmirante José Noritz, exjefe del Estado Mayor de la Armada y director de Inteligencia, el país tiene que actuar rápido antes de que la situación sea incontrolable. Y para ello, dice, al frente de los ministerios de Defensa y del Interior debe haber expertos en seguridad y no políticos.
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