Los empleados quieren las utilidades del pasado
La Corte Constitucional eliminó el techo, pero no definió la retroactividad ❚ Por vía legal esperan recuperar $ 52,6 millones
Se sienten aliviados, pero su reclamo no ha terminado. La eliminación del techo del pago de utilidades, que fue resuelta ayer por la Corte Constitucional, si bien permite que los trabajadores de algunos sectores altamente rentables vuelvan a soñar y planificar el destino que tendrán esas ganancias, no los deja del todo contentos.
El fallo dejó en el aire la restitución de los recursos excedentes que el año pasado dejaron de recibir. Un capital que, con ayuda de la Asamblea, aún esperan que se les devuelva.
EL DETALLE Beneficiarios. Estos empleados trabajan en sectores como la construcción, servicios petroleros, compañías de seguros, telefonía celular.
En medio de una jornada acompañada de protestas en Quito y Guayaquil, la Corte resolvió ayer dejar sin efecto el artículo de la Ley de Justicia Laboral, que en el 2015 dispuso un techo de 24 salarios básicos al pago de utilidades y que ordenaba desviar los excedentes a las cuentas del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Un reembolso, que según el IESS, hasta la fecha suma los $ 52’649.720,35.
Raúl Ledesma, ministro de Trabajo, calificó como “correcta” esta resolución, pues con ello se logra resarcirles este derecho. El secretario de Estado explicó que la ley dispone que la declaratoria de inconstitucionalidad responde para lo venidero y que, por lo tanto, “esos valores que ya han sido entregados al IESS han servido y servirán para sostener el fondo de solidaridad social”.
Pero lo resuelto no agrada a los trabajadores, que creen que su derecho de recibir los pagos completos fue vulnerado en el último año. Franco Fernández, líder del colectivo ‘Y si te pasa a ti’, que representa a 17.000 empleados afectados, menciona que ante este escenario ya se han reunido con los miembros de la Comisión de Derechos de los Trabajadores de la Asamblea Nacional. Con ellos, dice, se analiza la creación de una normativa que permita la restitución de estos valores y para ello plantean varios mecanismos: que el IESS devuelva el dinero directamente a los trabajadores, que lo haga a través de las empresas o que esos montos sirvan de abono al capital de los préstamos quirografarios o hipotecarios.
Esto último es algo que le vendría bien a Pedro Palacios, quien lleva 15 años trabajando para una empresa tecnológica y que mes a mes debe destinar $ 960 de su sueldo para el pago de su vivienda, un depósito que se le complica desde el año pasado, año en que vio reducir sus utilidades de $ 16.000 a $ 8.500. El monto parece atractivo, pero no lo suficiente, aclara, si en su caso debe mantener a sus hijos y cubrir el problema de salud de su esposa que, desde hace unos años, debe someterse a constantes exámenes médicos y quimioterapias. “Es un tratamiento costoso en el que ya voy gastando más de $ 120.000”.
En igual situación dice estar Angélica Wong, quien labora en el sector de telecomunicaciones y quien espera que este año las utilidades de su empresa vuelvan a ser tan buenas como en años pasados. Antes del límite ella recibía $ 20.000. Con eso, dice, piensa seguir costeando la atención médica de su padre, que está en coma hace 9 años, y cubrir los estudios universitarios de uno de sus dos hijos.
Por ley, el pago de las utilidades se debe realizar hasta el 15 de abril de cada año. Los trabajadores creen que aún están a tiempo para hacer que las autoridades les restituyan la integridad de este beneficio.
VOCES PEDRO PALACIOS trabajador de una empresa que opera en el área tecnológica. Se ha dicho que los excedentes de las utilidades financiarán las pensiones de las amas de casa, pero eso no es responsabilidad nuestra, sino responsabilidad del Estado.