El correísmo desprotegió al país
Helicópteros, radares chinos, equipos de espionaje de fronteras que se usaron para saber qué hacían los no correístas, en especial en los malos ratos y protestas callejeras que tuvo que soportar el régimen anterior. De cualquier modo que lo veamos, se contrató abundantemente, en nombre de la seguridad nacional, sofisticados sistemas que no pudieron responder ni advertir lo sucedido en las últimas horas. Los ataques se han producido y hemos reprobado en nuestra capacidad de respuesta militar.
¿Qué pasó con todos esos equipos adquiridos y que nos costaron algunos millones?
Según La Posta.ec “…el sistema contratado por Defensa concedía capacidades a la Inteligencia ecuatoriana para operar en rangos amplísimos, con unidades móviles que interceptan cualquier forma de comunicación celular.
Los expertos en seguridad informática consultados para esta nota aseguran que el sistema puede interceptar hasta veinte llamadas de forma simultánea y de forma pasiva: “ni el usuario ni la operadora se darán cuenta de la intercepción”. Los equipos permitían intervenir no solamente llamadas regulares, sino también de números encriptados. Y, esto es lo más importante, evitaban el anticuado sistema de triangulación, con un posicionamiento exacto del lugar donde se encontraba el blanco sobre el mapa y su movimiento en tiempo real.
Son demasiados años y millones al servicio de un tipo trastocado, que vitalmente necesitaba saber quién podía atacarlo, y demasiados millones en manos de algunas familias ebrias de poder.
Somos más de dieciséis millones de seres humanos en este país que tenemos derecho a la soberanía y a que nuestros recursos se inviertan en el desarrollo y la paz.
El presidente, sabiendo poco, mucho o suficiente, tenía claro a lo que iba. Que no se desconozca ahora la obligación de castigar a los responsables de estos ataques y a quienes por proteger al correísmo, desprotegieron al país.