E-mail: jorgedelgadoguzman31@gmail.com Tenis de mesa, una actividad que comenzó en casa
En mi época de juvenil, al tenis de mesa lo llamábamos ping pong, quizá debido al especial sonido de la pelota de “carey” sobre una mesa, que muchas veces era la del comedor de la casa. En ese entonces, las raquetas eran de madera de “plywood”, con una cubierta de lija, o de corcho.
En mi barrio de Rocafuerte y Padre Aguirre, este deporte tenía mucha aceptación. En la buhardilla de la casa de la familia Febres-cordero, que antes fue la casa de los Delgado Cepeda, nos reuníamos un par de veces a la semana para practicar el deporte que nos permitía reír y sudar.
Los mejores de nuestro grupo eran el Patucho, Abogallo, Picantito, el Ñato, y teníamos como invitados especiales a Gonzalo Guevara, gran jugador y, desde Quito, Alfonso Lasso Bermeo. La red era de material plástico color verde y el partido se jugaba a 21 puntos y 2 de 3 sets.
En las casas, la mesa del comedor se convertía en cancha para jugar con nuestros padres y hermanos; de ahí que era un deporte que comenzó siendo familiar pero que con el tiempo, y la buena calidad de nuestros jugadores, la competencia se convirtió en una necesidad de categoría superior.
A nivel internacional, Ecuador comenzó jugando en un Sudamericano, en 1954 y luego en un Mundial, en China, en 1961. Talentos destacados en esa época eran Freile, Rodríguez, Gálvez, Ulloa, Cabrera, Leone y muchos más que por el momento se me escapan. Además, tuvimos dirigentes de entorno mundial como Luis Fernando Delgado y Alfredo García Yánez.
Esperamos sinceramente que este deporte siga extendiendo su categoría y su organización a niveles en los cuales nuestro país sea tomado muy en cuenta. Al momento ya son 14 provincias las que practican en forma ordenada esta actividad. Comenzamos a jugar sobre la mesa del co- medor de casa y ojalá se pueda seguir manteniendo en la forma como lo hacíamos tantos años atrás, lastimosamente hoy en día cuando suena el celular, nos olvidamos absolutamente de todo.