La crisis paraliza los campus venezolanos
Algunas universidades han reducido la jornada a tres días por semana ❚ Para profesores y alumnos es “una odisea” asistir
rro y no puede arreglarlo. El transporte no funciona”, expresó Fuenmayor, de 23 años.
Los venezolanos lidian con escasez de efectivo porque la impresión de billetes quedó rezagada frente a la hiperinflación, que según el FMI escalará a 13.000 % este año.
Otra faceta de la crisis en la que escasean alimentos, medicinas y bienes básicos como autopartes, lo que según el gremio del transporte público tiene paralizado 80 % de la flota.
“A un profesor le resulta una odisea trasladarse (...), porque no puede reparar su automóvil o gasta el sueldo en comida”, comentó Amalio Belmonte, secretario general de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Belmonte cuenta que ha firmado semanalmente hasta 3.000 certificados de notas para “egresados que se van” del país, frente a 100 de años recientes. La inseguridad también acecha a la UCV. “Los muchachos se van corriendo antes de que anochezca: no hay luces y los pueden robar”, dice la profesora Gabriela Rojas.
En seis estados, además, el Gobierno raciona la energía desde marzo por un descenso en los embalses. Sin luz, no hay clase.
LA FRASE Permitimosalos profesoresbuscar otrafuentedeingreso. Conloqueganannopueden manteneralafamilia. JUDITH AULAR, rectora encargada de LUZ