Ecuador de luto por crimen narcoterrorista
La Cruz Roja participaría en la recuperación de los cuerpos de los tres periodistas. La Iglesia también contribuirá El presidente Moreno llamó a la unidad y dispuso la movilización de las tropas de élite a la frontera norte
MEDIACIÓN.
Un golpe al corazón. Javier, Efraín y Paúl, periodistas de diario El Comercio, se convirtieron en las nuevas víctimas de la ofensiva narcoterrorista que afecta al país. Sus muertes fueron confirmadas, la tarde de ayer, por el presidente Lenín Moreno, quien, además, declaró cuatro días de duelo nacional.
Ellos estuvieron secuestrados 19 días, presuntamente, por el grupo liderado por alias Guacho que, según los gobiernos de Ecuador y Colombia, está integrado por disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Lamentablemente tenemos información que confirma el asesinato de nuestros compatriotas”, dijo el presidente en el ECU-911. Lo anunció después de que concluyera el plazo de 12 horas que dio a los criminales para que entregaran una prueba de vida de los secuestrados.
El mandatario aseguró que el Gobierno (a pesar de la percepción general) hizo todos los esfuerzos para rescatar con vida al periodista Javier Ortega, de 32 años; al fotógrafo Paúl Rivas, de 45 años, y al conductor Efraín Segarra, de 60 años. Pero dijo que “se ha confirmado que estos criminales, parecería que nunca tuvieron la voluntad de entregarlos sanos y salvos”. Y añadió que “es muy probable que lo único que hayan querido es ganar tiempo”.
Ahora la respuesta a este acto criminal será, como anunció Moreno, contundente. Los dos gobiernos anunciaron el reinicio de las operaciones de seguridad en la frontera. Ecuador, además, movilizará sus tropas de élite. Cerca del mediodía, a través de las cámaras del ECU-911, ya fue posible verificar el ingreso de vehículos militares de la zona de Mataje. Precisamente, el sitio donde fueron secuestrados los periodistas.
En esta estrategia, Ecuador también le puso precio a la cabeza de alias Guacho: él está ahora encabezando la lista de los más buscados y se ofreció 100.000 dólares por cualquier información que permita su captura en Ecuador o Colombia. El vecino país subió la ‘apuesta’. En horas de la tarde, el mandatario Juan Manuel Santos anunció una recompensa de 400 millones de pesos (unos $ 147.000).
Estos anuncios sirvieron para confirmar algo que se había anunciado el jueves: Ecuador no acometerá en solitario la operación contra los grupos delictivos, Colombia puso a disposición todo su “poderío”, según Santos.
Ayer, hasta la sala de crisis del ECU-911 llegaron el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas; el comandante general de las Fuerzas Militares, Alberto Mejía, y el director de la Policía, Jorge Nieto. Vinieron por una orden expresa del primer mandatario de ese país. “Condenamos estos hechos deplorables. Por experiencia propia cuando los países trabajan juntos, los criminales siempre caen”, dijo en Twitter.
Los altos jefes policiales y militares de ambos países coordinaron acciones desde pasado el mediodía. Se reunieron con el presidente Moreno y luego con la cúpula policial y militar de Ecuador. Todo fue reservado.
La otra tarea pendiente es la recuperación de los cuerpos de los tres periodistas asesinados. La Cruz Roja Internacional abrió la posibilidad de una mediación. En un comunicado el Comité Internacional (CICR) informó que recibió el pedido de las autoridades ecuatorianas y colombianas así como de los familiares. Christoph Harnisch, jefe de la delegación en Colombia, aseguró que están a disposición de las partes para iniciar las acciones a facilitar la recuperación humanitaria.
Los secuestradores, aparentemente, estarían dispuestos a entregar los cuerpos pero con condiciones. Según un comunicado enviado a RCN de Colombia, y que está en verificación, quieren que organismos internacionales hagan el trámite. Otra opción de mediación es la Iglesia católica. Moreno comentó que una alta autoridad eclesiástica se ofreció para esa misión porque “había conocido en su niñez y juventud a alias Guacho”.
La jornada de ayer se caracterizó por una profunda tristeza. Moreno dijo que “estamos de luto pero, aseguró que “no vamos a dejarnos amedrentar”. Hizo un breve llamado a la unidad por la paz “insisto, unidos por la paz”.
También pidió que respeten el dolor de los familiares de los fallecidos. “Pero ya no están, ya no están con nosotros, no es suficiente presidente, ya es demasiado tarde”, le respondieron algunos periodistas en el ECU.
Los familiares, ayer, guardaron silencio.
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