El homenaje será intensificar la labor
Medios, estudiantes y periodistas reflexionan sobre el cambio que vendrá para el ejercicio profesional
PROFESIÓN.
El recuerdo no es lo único que queda. El periodismo, desde todas sus áreas, considera que el fallecimiento de los tres integrantes de diario El Comercio representa un punto de inflexión en el oficio. Desde las aulas universitarias, las salas de redacción y la ciudadanía se plantean nuevos caminos que seguir. Todos coinciden en que la labor más fuerte está en las manos del Gobierno.
Durante la concentración, ayer, en la Plaza de la Independencia -en el centro de Quitolos estudiantes de cuatro facultades de Comunicación Social (Universidad Central, Católica, Salesiana y De las Américas) gritaron que en Ecuador debe prevalecer “el periodismo, no el terrorismo”.
Eso significa, según Luis Molina, catedrático de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central que acompañó a sus estudiantes, que se debe garantizar el trabajo de los profesionales. El Estado debe revisar su trabajo con los medios de comunicación para permitir las funciones diarias.
Eso fue, agrega, precisamente lo que no se hizo en el secuestro. Molina dijo que la escasa o nula comunicación del Gobierno pasó factura.
Incluso el presidente Lenín Moreno reconoció que su gestión en la frontera tuvo errores. Dijo que no iba a mentir a los ecuatorianos y que admitía falencias.
Andrés García fue compañero de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra en los últimos años. Él también cree que el Estado debe replantear su relación y comunicación con la prensa. “El periodismo significa ir más allá de la información oficial que dan las autoridades. Sin embargo, ni eso tuvimos en este caso”, resaltó entre lágrimas.
García habló con EXPRESO minutos después de que el presidente Moreno anuncie la muerte de los tres ciudadanos. Esa declaración, que se escuchó en parlantes de la Plaza de la Independencia, despertó gritos, llantos y reclamos de las decenas de asistentes.
Los estudiantes universitarios presentes se reunieron, tras el anuncio, junto a sus profesores. “¿Qué está pasando? ¿Qué debemos hacer? Están matando periodistas”, repetían ante el desconsuelo de sus docentes.
Johana Jiménez, comunicadora social y profesora de la Universidad de las Américas (UDLA), considera que el desconcierto de los estudiantes se justifica porque el Ecuador jamás enfrentó una situación como la actual. Los involucrados en la profesión, dijo, deben repensar la labor sin caer en el temor injustificado.
Jiménez, Molina y García coinciden, además, en que se necesitan nuevas líneas de comunicación con el Gobierno. Una lección de la situación en la frontera, reconocen, es que nadie en Ecuador estaba preparado. Eso no justifica, sin embargo, que los medios oficiales no entreguen información de manera oportuna a la prensa. Ese silencio fue motivo de varias críticas durante el plantón de ayer.
Carlos Rojas, presentador de Ecuavisa y exeditor de diario El Comercio, trabajó de cerca con los periodistas fallecidos. En medio de la tristeza, dijo que el periodismo es una “profesión de orgullo” que no debe avergonzar a nadie y que requiere de valentía.
Eso, desafortunadamente, se acalló en los últimos doce años, agregó el periodista. El Gobierno anterior se encargó de “denigrar” al periodismo con insultos y ataques a su credibilidad.
Rojas considera, además, que el Estado debe entender que el periodismo es fundamental para la democracia. En homenaje a los tres caídos, agregó, debe buscarse un vínculo que dé cuenta de la importancia de informar.
También hay lecciones para los medios. Los consultados señalan que los medios deben revisar sus manuales éticos y periodísticos. Repensar las coberturas y actualizarse ante las nuevas amenazas. A lo mejor, dicen, hay que idear nuevas formas para cubrir los temas de crimen organizado.
EXPRESO intentó conversar con los familiares de los fallecidos, pero ellos informaron que no se pronunciarán hasta emitir un comunicado oficial.
LAS FRASES El trabajo heroico de los periodistas muestra que somos valientes. El periodismo es fundamental para la democracia. El periodista pone su vida en peligro para buscar la noticia. Eso significa ser periodista, es la realidad. Se marcó un antes y un después del ejercicio profesional. Habrá repercusiones en las aulas. El verdadero reto de los periodistas es buscar la verdad. No nos conformamos con lo que dice el poder.