Antonio Guterres: “La Guerra Fría ha vuelto”
EE. UU. afirma tener la “prueba” de que Asad empleó armas químicas
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertó ayer del retorno de la Guerra Fría y denunció que la situación en Siria presenta ahora el mayor peligro para la paz y seguridad internacionales.
“La Guerra Fría ha vuelto”, dijo Guterres al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante una reunión solicitada por Rusia para discutir las tensiones en torno a Siria después de que Estados Unidos amenazara con disparar misiles contra el país en respuesta al supuesto ataque químico del pasado fin de semana.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, aseguró que EE. UU. tiene pruebas de que el gobierno de Bashar al Asad en Siria lanzó un ataque con arma química el pasado fin de semana en la región de Duma.
“No diré cuándo tuvimos la prueba. El ataque ocurrió el sábado, y sabemos que fue un ataque químico”, dijo Nauert a la prensa y anadió que solo unos pocos países, como Siria, tiene “ese tipo de armas”.
Al ser consultada si el gobierno estadounidense tenía pruebas de que el gobierno de al Asad estaba por detrás del ataque, Nauert se limitó a comentar: “Sí”.
En tanto, los militares rusos acusaron al Gobierno de Londres de haber participado en el montaje del supuesto ataque a Duma, del que Occidente responsabiliza al régimen de Damasco.
“El Ministerio de Defensa ruso dispone de pruebas que atestiguan la participación directa de Gran Bretaña en la organización de esta provocación en Guta Oriental”, declaró el portavoz de la cartera, Ígor Konashénkov, en un comunicado.
Siria vive actualmente la peor situación humanitaria desde que en 2011 comenzó la guerra en el país, aseguró Naciones Unidas.
La organización alertó del “desplazamiento masivo” de poblaciones, con más de 700.000 personas que han tenido que dejar sus hogares en lo que va de año y en medio de la violencia en muchos frentes.
EL DATO Expertos. De la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) llegan hoy a Duma, para inspeccionar la zona donde supuestamente ocurrió el ataque con un gas tóxico.