Muisne aún espera la anunciada ayuda estatal
En el cantón esmeraldeño los escombros son visibles ❚ Los pobladores piden ayuda estatal, sobre todo, para atraer turismo
Fue hace dos años. A las 18:58, del 16 de abril, un terremoto de 7,8 grados afectó la zona costera. Hubo 663 víctimas mortales. Los daños se contaron en millones de dólares. Hasta ahora, el Gobierno ha destinado casi 3.000 millones de dólares en las tareas de reconstrucción.
Las obras, sin embargo, aún no llegan a todos, como lo contó ayer EXPRESO en un recorrido por Manabí. La población de Muisne, en Esmeraldas, es otro ejemplo.
Allí los escombros que quedaron de las viviendas son el mejor recuerdo para los muisneños de los momentos de desesperación que vivieron la noche del 16 de abril, cuando se movió la tierra y se advertía la posibilidad de un tsunami que podía afectar a toda la isla.
El domingo, Genaro Quiñones, de 72 años, sacó una silla a la vereda del barrio Santa Rosa, que fue uno de los que más daños sufrió por el terremoto. “Exactamente estaba aquí mismo cuando la tierra empezó a temblar. Recordar el temor de mis vecinos me pone triste, porque pensamos que ahí se acabó todo”, contó a EXPRESO.
Después, las autoridades hablaron de evacuar a los habitantes de ese sector, ubicado a las orillas del río Muisne. Eso no se cumplió. La mayoría quedarse.
La casa de Nancy Gracia es de dos plantas. La segunda quedó destruida y, hasta ahora, no ha podido levantarla. Ella, junto a su esposo y su hija, ocupa el primer piso porque “la situación económica no permite hacer decidió todavía arreglos”.
Los muisneños recuperaron parte de la ilusión por la construcción de un paso peatonal que une a la isla con el continente. Esa obra reemplazó el traslado en lancha, que demoraba cualquier evacuación en caso de emergencia, como sucedió en abril de 2016.
También ha facilitado la llegada de turistas y reactivó el negocio de las tricimotos que hacen recorridos a los visitantes. José Márquez es conductor de uno de estos vehículos y dice que para él, el 16 de abril significó un antes y un después. “Ese día quedó marcado aquí (se toca el pecho) porque uno empezó a valorar la vida. Desde ahí he notado un cambio positivo en la actitud del muisneño”, dijo.
El fin de semana, en la playa de Muisne había poca gente. Los comerciantes del sector dijeron que en los feriados de Semana Santa y, especialmente, de carnaval hubo una afluencia importante. El anterior Gobierno habló de impulsar un gran proyecto turístico para Muisne tras el sismo, pero dos años después no existen evidencias de que ahí se haya avanzado en la propuesta.
Ayer en la tarde, en el parque principal de la ciudad estaba prevista una eucaristía y una presentación de artistas locales para conmemorar la fecha.
EL CONTEXTO Tras el sismo, el Gobierno anunció un plan de reconstrucción que ha tenido varios altibajos. La Contraloría ha objetado el manejo financiero. CEREMONIAS