¡No pasarán!
Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra forman parte de nuestra historia, reposan en el corazón de cada uno de los ecuatorianos y son el alimento eterno de nuestra dignidad y honor nacional. Cayeron en manos del crimen que no solo opera en el territorio de la frontera norte, sino del que ha penetrado en los ámbitos del poder y la institucionalidad, del que va tomando posesión en todos los espacios de la vida de nuestra sociedad. Nuestra soberanía ahora es afectada por este desenlace para el que confluyeron varios factores, orquestados y predispuestos desde las altas esferas del poder y desplazados hacia las diversas dinámicas de su ejercicio. El desmantelamiento de la base de Manta, justificado en ese discurso aparentemente iluso, pronunciado por un individuo que en su vida tomó una piedra para protestar por los abusos oficiales, fue un acontecimiento al que se adhirieron otras medidas significativas, como claros atentados en contra de la seguridad colectiva. Ahí están, por ejemplo, el reiterado descabezamiento de toda la estructura militar y policial para ubicar en posiciones clave a incondicionales, premiados por canonjías y probablemente copiosas “propinas”. Está también la ninguna atención a la necesidad de dotar de los complementos indispensables para una flota de mar con la mayoría de sus unidades ancladas y sin poder operar, la proclamada indisciplina en contra de la noción de mando que es el referente básico, fundamental y primero en el comportamiento de los cuerpos armados, y está, por supuesto, una trama de empleo subterráneo de dinero para “tentar” al personal militar y policial ante la enorme posibilidad de pasar de las necesidades a la riqueza, y de lo cual se conocen algunos casos que deberían servir de pista para investigaciones responsables, profundas e inmediatas.
“Los tres que nos faltan” y los compatriotas desaparecidos en acciones, son el mensaje de un peligro con enormes tentáculos. Enfrentarlo, es un deber irrenunciable del Estado, y una actitud de compromiso total de una sociedad unida.