Los masajes son un legado familiar y ancestral
los tratamientos de personas que sufrían fracturas en sus huesos; mediante masajes y colocación de vendas, en dos meses logró curar a la dama.
Los allegados de la señora que sanó estuvieron felices por la sorprendente recuperación y en recompensa le obsequiaron 1.Sobandero. Desiderio, de 78 años de edad, cuenta cómo realiza su trabajo. 2. Técnicas. Encender una vela en el cuerpo y tapar con un vaso. 3. Enseñanza. Instruye a sus nietos para que aprendan la labor de hacer masajes. unos libros acerca de los tratamientos para dar masajes, “eso me sirvió para instruirme más”, recuerda Bacilio, quien apenas pudo culminar la instrucción primaria.
Así empezó el trabajo de este anciano que es todo un personaje en Salinas, lugar en donde muchos de sus habitantes que han tenido fracturas de brazos, costillas, piernas, dolores articulares, torceduras o estrés en el cuerpo han pasado por sus manos.
A pesar de la prolongada diabetes que lo acompaña, por la que además perdió una de sus piernas y lo ausentó por algunos meses de su labor, Desiderio Bacilio Orrala, de 78 años, continúa con su actividad. El anciano sabe que son pocos los años que le quedan de vida y es por eso que enseña a sus tres nietos las técnicas que él aprendió.
“Todo nuestro cuerpo está conectado por arterias y el mal no se quita masajeando la parte donde supuestamente proviene el dolor, sino que hay que buscar dónde está la parte más tensa”, les explica a los chicos.
Otra de las técnicas de don Bacilio es encender una vela en el cuerpo y luego coloca un vaso encima de esta y recorre por el área que duele, después de repetir dos o tres veces este proceso el enfermo sentirá un gran alivio. En ocasiones también recomienda que los pacientes ingieran una cápsula de cera de animal, pues eso también ayuda a recuperarlos.