Rusia y Siria impiden el acceso a los inspectores
Alegan que aún quedan asuntos de seguridad pendientes antes de abrir la zona del presunto gaseo en Duma ❚ Moscú niega haber alterado pruebas
Los inspectores enviados a Siria por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), para tomar muestras del supuesto ataque químico perpetrado el pasado 7 de abril en la ciudad de Duma, siguen en la capital, Damasco, a la que llegaron el sábado. El equipo completo lo forman nueve expertos listos para ponerse a trabajar, pero “los miembros de las delegaciones siria y rusa que han participado en los preparativos de la misión, en la propia Damasco, señalan que hay asuntos de seguridad todavía por resolver antes de proceder a su despliegue”. Así consta en el comunicado oficial hecho público ayer por Ahmet Uzumcu, director general de la OPAQ, que está reunida de urgencia en su sede oficial de La Haya.
EL DETALLE Plazo. Un portavoz ruso afirmó ayer que los inspectores podrán ir a Duma mañana, cinco días después de su llegada al país.
Antes de que Uzumcu explicara la situación de sus inspectores en Siria, y de que instara a todos los Estados miembros de la OPAQ, “a que compartan información sobre el mencionado incidente [químico]”. Serguéi Lavrov, ministro ruso de Exteriores, negó cualquier interferencia de su país en las investigaciones. “Puedo garantizar que Rusia no ha alterado las pruebas que pueda haber en el lugar del supuesto incidente”. Lavrov hizo estas declaraciones al programa Hardtalk, de la BBC, después de que Peter Wilson, delegado británico ante la OPAQ, acusara a Damasco y a Moscú de entorpecer la labor de los inspectores. “Es preciso que les sea franqueado de inmediato el paso”, ha añadido Wilson, una vez dentro de la organización. También ha calificado de “ridícula” la sugerencia rusa de que “Reino Unido haya contribuido a escenificar un ataque químico falso”. Duma está situada a unos 10 kilómetros de Damasco, en la región de Guta Oriental. El Gobierno sirio anunció el domingo que ya controlaba la totalidad de la zona.
El presunto ataque químico que se trata de investigar tuvo lugar el pasado sábado 7 de abril, y dejó decenas de muertos y heridos, en su mayoría niños. Poco después de que los rebeldes abandonaran la zona, Rusia desplegó a su policía militar, y ya entonces se habló de una posible manipulación de las pruebas. Lo dijo la delegación de Estados Unidos ante la OPAQ, y provocó el rechazo inmediato de sus homólogos rusos. Uzumcu subraya en su comunicado que cuenta “con todo el apoyo del secretario general de Naciones Unidas”, António Guterres.
La OPAQ ha pedido asimismo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que “comparta la información sobre las víctimas que haya recabado gracias a sus socios sobre el terreno”, en Siria.
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