Crecimiento del PIB en China
China debe su milagro de crecimiento económico principalmente a los gobiernos locales. Pero a medida que el país intenta construir una economía más moderna y sostenible, dentro de un contexto de menor crecimiento en general, los gobiernos locales necesitan adaptarse. El crecimiento del PIB siempre fue su principal -y en cierto sentido, único- objetivo. Este enfoque es resultado directo de los incentivos creados por el Partido Comunista de China (PCCH), que desde hace tiempo asciende a los funcionarios locales basándose, de manera exclusiva, en las ganancias del PBI que dichos funcionarios supervisaron. De hecho, para acrecentar sus posibilidades de ascenso, los funcionarios locales procuran exceder incluso los objetivos más altos establecidos, considerándolos como un límite inferior. Así, garantizaron que sea cual sea el crecimiento del PIB que los gobiernos locales alcanzaran, dichos gobiernos siempre estaban esforzándose por lograr más crecimiento. Pero las cosas han comenzado a cambiar en los últimos años, y la brecha entre los objetivos de crecimiento a nivel nacional y a nivel local se está estrechando progresivamente. Los resultados fueron taxativos: la tasa nominal de crecimiento del PIB publicada para las 31 provincias de China bajó del 13,8 % en el tercer trimestre de 2017 al 4,3 % en el cuarto trimestre, a pesar de que el PIB general de China se mantuvo constante. En el caso de nueve provincias -entre ellas Shanghái, Zhejiang y Shandong- la tasa nominal de crecimiento del PIB se tornó en negativa. Si bien esta desaceleración puede ser motivo de preocupación, especialmente en lugares donde el crecimiento se ha tornado en negativo, no es del todo mala. Al fin y al cabo, desde tiempo atrás los economistas han criticado a los gobiernos locales de China por su excesivo enfoque en el crecimiento del PIB, que no toma en cuenta los componentes importantes del bienestar humano, como salud física y un medioambiente limpio. Para abordar esta falla – a la par de que se hace frente a condiciones económicas que simple y llanamente no pueden generar un crecimiento de dos dígitos de manera indefinida- los principales líderes de China, en los pasados cinco años comenzaron a cambiar la forma en la que evalúan el desempeño de las autoridades locales. Ahora los gobiernos locales tendrán que ir más allá del mero crecimiento del PIB: deben trabajar en pos de transformar y mejorar la economía local, promover la innovación tecnológica, proteger el medioambiente, reducir la pobreza, y mitigar los riesgos financieros. El objetivo es emplear la capacidad demostrada de los gobiernos locales en cuanto a generar cambios para abordar algunos de los desafíos más apremiantes de China. Sin embargo, al ser el crecimiento del PIB mucho más fácil de medir en comparación con muchos de estos nuevos indicadores significa que el muy alabado sistema de incentivos de China está a punto de volverse más complicado y menos certero. En el XIX Congreso Nacional del PCCH, los líderes chinos recordaron a los funcionarios locales que cuando se trata de crecimiento deben centrarse en la calidad, no en la cantidad. Este es un paso positivo y necesario. Pero si los gobiernos locales tienen que lograr el mismo nivel de éxito que cuando su objetivo era el crecimiento del PIB, sus líderes necesitarán encontrar una alternativa al actual sistema de incentivos y una forma de disciplinar a sus funcionarios locales, quienes en el pasado prestaron tan buenos servicios al desarrollo económico del país. Y, ese será un grave desafío.
Si bien esta desaceleración puede ser motivo de preocupación, especialmente en lugares donde el crecimiento se ha tornado en negativo, no es del todo mala’.