Zorro convertido
He aquí la que parece será una más de las diferencias entre Correa y Moreno. Es también la diferencia entre Trump y Obama, entre un Carlos Vera y un Alfredo Pinoargote, por citar ejemplos.
A los primeros personajes en cada una de esas duplas, Arquíloco en la antigua Grecia, Isaiah Berlin en el siglo XX y ahora en nuestros días Philip Tetlock, los llaman puercoespines.
“Los puercoespines relacionan todo a una simple y única visión del mundo”. Son personas que ven, comprenden y explican el mundo a través de un prisma único. Saben mucho de una sola cosa. Puede ser el conflicto, una ideología, algún complejo o incluso, entre otros, alguna percibida superioridad. Cualquier prisma, pero uno solo.
Los puercoespines son célebres invitados en los sets de televisión pues son simplistas. Al comentar los problemas bajo un solo esquema, sus explicaciones son fáciles de comprender y de recordar. Focalizan la opinión de sus audiencias a favor o en contra, difícilmente con matices intermedios. Son los analistas preferidos de los empresarios y políticos, aun cuando -esta medición forzó reformas en procesos de la CIA y empresas Fortune 500- son aquellos que más se equivocan en sus análisis y pronósticos.
Distingamos a los puercoespines de los zorros (bajen la guardia, homofóbicos), que son aquellas personas que hacen malabares entre distintas visiones explicativas del mundo. Las opiniones de estos son matizadas y menos unívocas. Cuando leemos o escuchamos a alguien que pone en duda incluso su propia visión, condicionándola a la ocurrencia de tal o cual evento,
Distingamos a los puercoespines de los zorros, que son aquellas personas que hacen malabares entre distintas visiones explicativas del mundo. Las opiniones de estos son matizadas...’.
estamos frente a uno de estos. Si bien son menos divertidos en pantalla, son los mejores analistas y pronosticadores, tanto en un directorio, como para la comunidad de inteligencia política y empresarial.
Concluyo diciendo que me apena ver cómo el presidente Moreno optó en los últimos días por convertirse en una caricatura de sí mismo, pasando de liderar complejos diálogos, a retar en duelo al multidimensional desafío terrorista. Se parece así más a su antecesor de corte puercoespín.