“Hoy Guayaquil tiene una gran oferta cultural”
Silva, que no valían nada, pero igual los habían fundido por el marco. Pero había otras incongruencias, como que, por ejemplo, a los miembros del PRE (que manejaban la alcaldía) no les gustaba el arte quiteño, entonces sacaron todas las imágenes religiosas, las pusieron en una bodega con roturas y más de 150 obras coloniales se arruinaron. La reconstrucción de la infraestructura nos tomó hasta 1998 y solo entonces empezamos a plantear programas culturales como tal. − ¿Cuáles fueron los primeros cambios en llevarse a cabo en estas entidades? − La renovación de la Biblioteca y la digitalización de sus archivos, tanto que entonces solo se podía comparar con las mejores bibliotecas de América. Desarrollamos un programa editorial en el que se editaron obras de autores emblemáticos de la ciudad. En el museo se hizo un cambio de 180 grados en la concepción de la historia de la ciudad y se implementó una muestra que exhibiera los peores y mejores momentos de nuestro pueblo. También se fundó la orquesta de cámara y se ofrecían conciertos didácticos gratuitos. − Se ha dicho, sin embargo, que la Dirección no se ha mantenido al día con las expresiones artísticas contemporáneas... − Es una concepción errada. En la alcaldía de Jaime Nebot se implementaron nuevos programas. El alcalde, por ejemplo, fue el primero en sugerir que el programa editorial se amplíe para ya no cubrir solo historia, sino autores contemporáneos… La Dirección también creó el Festival de Artes al Aire Libre, que abarca un gran número de expresiones artísticas. Paralelamente implementamos Musimuestras y Teatromuestras, que recogen expresiones artísticas contemporáneas y de artistas jóvenes... Hoy Guayaquil tiene una gran oferta cultural. Gracias a nosotros, entidades que también debían ayudar a desarrollar la cultura han florecido y el que se beneficia es el pueblo. − No obstante, son varios los artistas jóvenes que critican la gestión de la Dirección en cuanto a temas como el Salón de Julio y el propio FAAL… − Estas críticas
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con un grupúsculo de artistas que intentaron posicionar en el Salón de Julio expresiones de arte en las que había sexo explícito, violaciones, etc. Hubo reclamos, reclamos que hasta la fecha se mantienen porque ellos quieren insertar esas expresiones en el Museo. −¿Qué está pendiente? − Hemos recibido ofertas de donaciones de colecciones importantes, como la de abanicos de Rosa Amelia Alvarado, la de discos de Carlos Wong, que esperamos que sirvan para crear museos. También continuaremos fortaleciendo los programas que ya tenemos.