Con caminata de más de tres kilómetros se rinde homenaje a la Cruz del Tablón
La fiesta religiosa es una tradición ancestral del cantón Espíndola
Entre cánticos y rezos, los habitantes de la parroquia Santa Teresita, cantón Espíndola, provincia de Loja, mantienen una tradición ancestral, que es celebrar la fiesta religiosa de la ‘Cruz del Tablón’, ubicada en la capilla, parte alta de la localidad. Las actividades iniciaron el 3 de mayo y se extienden hasta finales de este mismo mes.
Los devotos caminan por más de tres kilómetros desde el centro parroquial hacia el cerro Tablón, por un callejón de segundo orden. Allí van orando y contando experiencias y milagros recibidos hasta llegar a la capilla, donde se mantiene la cruz, la misma que fue construida hace 100 años, aproximadamente, con material de hualtaco (madera resistente al tiempo).
Los creyentes pensaban que el cerro había adquirido vida “y se iba a volver como una especie de volcán amenazante para los comuneros” y que los cultivos empezaban a morirse. Entonces fue necesario construir la cruz para levantar la fe.
La fiesta se inicia con la entrega de la ‘tumba’ de un prioste a otro, la misma que contiene guineos, dulces y todo tipo de comida (fideos, sardinas, arroz, aceite, pan, colas, pescado, tallarines, entre otras cosas), explicó Andrés Calva, prioste por más de 10 años.
Contó que el segundo sábado de mayo, las jornadas empezaron desde las 05:00, con el cohete de salvas y dianas. Los priostes, que son cuatro, llevaron comida (chancho, gallina, café y pan) y dieron de comer a los asistentes. Cada uno de los priostes ofrece desayuno al que va llegando a los festejos.
Después de la eucaristía celebrada por el sacerdote del cantón, se dio el almuerzo de platos típicos de la zona, caldo de gallina, arroz con chancho y un delicioso sancocho para recobrar energías.
LA FRASE Nosotros respetamos a la cruz porque es brava; si alguien puede hacer un favor debe hacerlo.