Gómez, un grande, entre los grandes del tenis
Andrés Gómez Santos tenía todo a su favor para ser un triunfador: estatura, condiciones técnicas, facilidad para desplazarse y, además, era zurdo. Como dato histórico, en la antigua Grecia y en la tierra de los Mayas en México, los mejores guerreros y la élite en los ejércitos eran zurdos.
Siempre quiso ser futbolista; en su colegio era el goleador de los campeonatos, además tenía habilidad para la natación, basquetbol, tenis de mesa, y cualquier otro deporte que se le presentaba.
Su papá, don Pedro ‘Perico’ Gómez, fue también un gran tenista, y junto con Carlos ‘el Gordo’ Ycaza logró el vicecampeonato sudamericano de dobles caballeros, en Montevideo, Uruguay.
Andrés, ya dedicado al tenis como su deporte principal, fue campeón en diferentes torneos nacionales y sudamericanos. Su paso al profesionalismo lo llevó a jugar los mejores eventos del mundo, especialmente en Europa. Fue semifinalista en Montecarlo por dos ocasiones, ganó la final de Barcelona, España, en los años 89 y 90; ganó en Niza y Eslovenia en el 84 y 86; brilló en Madrid en la famosa “caja mágica”, en 1990.
Roma fue el escenario para lucirse como campeón en los años 82 y 84 y como muchos lo conocen. El gran sello final llegó en el 90 cuando ganó la final de dobles caballeros en París en las canchas de Roland Garros, en compañía del español Emilio Sánchez Vica- rio, y al día siguiente ganó la final de singles, tras vencer en 4 sets a Andre Agassi y posando en la Torre Eiffel con el famoso trofeo en sus manos.
Gómez ha tenido una trayectoria maravillosa, que lo llevó a estar considerado entre los 5 mejores deportistas del Ecuador en toda su historia, así como también ubicarse entre los 10 mejores tenistas del ranking mundial profesional.
Personalmente, lo acompañé a juegos de Copa Davis en Suecia, Argentina y Cuba, donde siempre dio espectáculos y luchó para ganar cada uno de sus partidos.
Actualmente, Andrés sigue con su escuela de tenis en el Guayaquil Tenis Club, enseñando y creando nuevos valores en este tan difícil y siempre muy controvertido deporte.