REGISTROS
Mientras por un lado destacan los nombres más raros, por otros están los más comunes. En Guayas, el año pasado, Valentina y Ezequiel fueron los más utilizados.
Según el Registro Civil del Tribunal Electoral panameño, nombres como estos han hecho que se regule el tema y se permita el cambio de nombre, pues para 2015 cerca de 200 personas solicitaron otra identidad, ya sea porque consideraban a nombre impropio o difícil de pronunciar.
Además de Oliver Google, también se han presentado casos ante el oficial de Registro del país centroamericano en los que niños han sido registrados como Amor Mcdonald o Apple Guadalupe, generando que se intervenga para proteger la identidad de los pequeños.
Ecuador es otro de los que se suma a esta corriente con nombres estrambóticos que apelan al uso de marcas de automóviles como Land Rover García, de espectorantes como Vick Vaporoup Giler o Burguer King Herrera, en donde si bien la legislación no los prohíbe, sí exige que no falten al respeto o la dignidad humana.
Siguiendo en esa tendencia en América Latina, EFE destaca que en cuestiones de marcas de vehículos, Costa Rica tiene una persona llamada Mazda, dos como Hyundai, treinta como Audi, y en cuanto a bebidas una como Pepsi y otro como Uber Jiménez, según el Tribunal Supremo de Elecciones.
Mientras tanto, Apple Clin, Apple Whoopi, Apple Valentín son algunos de los nombres que han sido presentados ante el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) en Perú. La marca creada por Steve Jobs ha alcanzado no solo su popularidad entre los adictos a sus productos sino que ahora los padres peruanos quieren que sus hijos lleven la insignia en sus documentos de identidad.
En Paraguay, también se ven casos raros. Una persona registró a su hijo con el sello de uno de los populares whiskies escoceses y se encuentra en el documento de identidad de alguien llamado Jonny Walker Cano. En declaraciones al diario paraguayo Hoy, Juan Carlos Vega, secretario general de la oficina de registro, señaló que el país tiene una ley que prohíbe poner nombres que confundan el sexo de la criatura, mas no los que sean raros.
Uno de los países que se caracteriza por los nombres fuera de lo común es Uruguay, pues allí se puede en- contrar personas llamadas Filete, Flor de té, Árbol u Oxígeno. Pero si de marcas se trata, Trademar Silvera debe su nombre a la empresa española Trademar Bunkers, o también relacionados con el mundo mágico de Walt Disney: Walt Disney De los Santos.
En Sonora, México, el Registro Civil publicó una lista de los que están prohibidos por denigrantes o peyorativos y allí incluyó a Twitter, Facebook, Yahoo, James Bond o Usnavy, con el fin de evitar el bullying en los niños, y recomiendan que se opte por nombres bonitos y no complicados.
Argentina no es la excepción, pues un padre fanático del automovilismo llamó a su hijo Chevy, de la marca Chevette. Desde 2015, el nuevo Código Civil y Comercial señala que los nombres pueden identificar sexo o no, pueden ser extranjeros o aborígenes. La única limitación es que no afecten el buen nombre y honor.
Aunque en Venezuela y Cuba no es tan fuerte el fenómeno de nombres con marcas, las extravagancias están servidas como Superman, Everfit, Toshiba, Maivi (Maybe), Olnavy (Old Navy), entre otros.
En su crónica “El nombre no es lo de menos”, el periodista colombiano Alberto Salcedo Ramos señala algo que aplica para toda América Latina: “solo hay que pedirle el registro civil al prójimo para saber si es de los que nacieron con estrella o estrellados”.
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