DERROCHE DE ENJUNDIA
Emelec y Barcelona protagonizan hoy el segundo Clásico del año, en un partido donde además del fútbol, la garra marca diferencias
Jugar bien es importante, pero en los Clásicos siempre es necesario algo más, que no es tangible, que no se toca, pero que se nota en cada pelota que se disputa, como si fuera la última.
El estadio Capwell-banco del Pacífico será el escenario hoy nuevamente de otro capítulo entre los insignes representantes del balompié guayaquileño, donde la garra constituye un factor preponderante y es lo único que no puede estar ausente dentro del gramado.
Emelec y Barcelona tienen esos elementos que más allá de cumplir con una instrucción del técnico o realizar una jugada vistosa para la tribuna, ponen la enjundia con el objetivo de salir victoriosos.
El Bombillo llega con el espíritu de demostrar que nada está perdido tras una decepcionante Copa Libertadores de América y quiere una revancha en el torneo nacional. Para aquello, un triunfo ante su tradicional rival se vuelve imprescindible y lo intentará desde la seguridad que otorga Esteban Dreer en los tres palos, sumado a sus dotes de líder en los momentos complejos.
La experiencia de Óscar Bagüí también pasa a ser vital en estos compromisos, agregado a su pasado poco feliz en el cuadro amarillo, que lo llena de aires de revancha en esta clase de encuentros.
Ayrton Preciado genera desequilibrio en la zona ofensiva y pese a que desde apenas la temporada pasada viste la camiseta de los eléctricos, juega con aplomo dando muestras de que está más que calificado para el partido inmortal.
Bryan Angulo le hizo falta a Emelec durante el certamen copero y gran parte del torneo por una lesión, pero hoy vuelve a la carga en el ámbito doméstico con el objetivo de marcar goles, la especialidad del Cuco.
Barcelona también tiene garra, técnica y experiencia en esta clase de compromisos. Uno de los elementos que hace gala de aquello es el guardameta Máximo Banguera, no solo evitando que caiga su red, sino arengando a sus compañeros y con sus festejos a rabiar cuando cae la puerta rival.
Mario Pineida, con su acostumbrado ida y vuelta, marca más desborde, símbolo de la entrega de un cuadro torero que quiere recuperar la punta, luego de tres derrotas en los últimos cuatro cotejos del campeonato nacional.
Gabriel Marques, apodado el León, en el medio campo buscará cortarle juego al rival con su acostumbrada enjundia.
Adelante estará Juan Ignacio Dinenno, quien además de ser el máximo romperredes del Ídolo, destaca por no darse por vencido hasta el pitazo final. Tres goles suyos en los últimos minutos le han significado triunfos a Barcelona.
DT: Javier Klimowicz (e) PARA SABER