El salto de la ruptura al ‘romance’ presidencial
Organismos que se alejaron están de vuelta ❚ El país es mejor calificado puertas afuera
La mano tendida sobrepasa fronteras. Denostados hasta hace poco, varios organismos y actores sociales del ámbito internacional han vuelto a pisar el palacio de Carondelet en el último año. ¿El resultado? Su percepción sobre la situación del país va mejorando, aunque con reparos.
La propuesta de reformas a la Ley de Comunicación, planteadas por el Gobierno del presidente Lenín Moreno, fue la última acción que atrajo a las organizaciones defensoras de la libertad de expresión al país.
El director para la división para las Américas de Humans Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, se reunió ayer por más de una hora con el mandatario. El encuentro no solo sirvió para hablar del trabajo de la prensa, también sobre los problemas que siguen afrontando las organizaciones sociales ecuatorianas, la falta de independencia judicial y lo poco que, según HRW, hemos avanzado en política exterior respecto a la década pasada.
“Respaldamos los esfuerzos que el Gobierno está haciendo para recuperar espacios y el respeto a las libertades públicas (...) pero también quedan pendientes algunos candados que están a nivel constitucional que son una serie de normas para los medios que caen en la subjetividad”, dijo Vivanco.
Al igual que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que visitó el país la semana pasada luego de 15 años y se reunió con Moreno, Humans Rights Watch fue duramente criticada por el expresidente Rafael Correa durante sus tres mandatos consecutivos.
“¿Sabe, por ejemplo, cómo se financia Humans Right Watch, usted sabe a qué políticas obedece?... ¿usted sabe cómo se financia Humans Right Watch, lo financian las Hermanitas de la Caridad, el cartel de Sinaloa?”, cuestionó Correa en 2012, luego de conocer una evaluación negativa sobre la situación de la libertad de expresión en su administración.
Pero ellos no fueron los primeros en conversar con el presidente. En noviembre, las puertas de la Presidencia se abrieron para los delegados del Fondo Monetario Internacional (FMI), algo impensable con su predecesor. El encuentro incluso causó recelo entre los propios partidarios de Moreno que todavía guardan en su corazón a Correa y sus posturas en materia económica.
Y, aunque el país no ha alcanzado un acuerdo de financiamiento con este organismo multilateral su presencia causó un golpe de efecto importante, tanto que el FMI estimó, en enero, las proyecciones de crecimiento del país por encima de las expectativas del Banco Central, como publicó EXPRESO.
Los que están por venir, también atravesaron por una situación similar por diez años. Luego de una campaña para quitarle protagonismo y financiamiento, que en la práctica no tuvo ningún efecto, la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) volverá al Ecuador por invitación del Ejecutivo.
Esto vino de la mano de la decisión ecuatoriana de acudir a la Organización de Estados Americanos (OEA) en búsqueda de apoyo frente a la creciente violencia en la frontera con Colombia. Hasta hace poco, la Unasur se había convertido en el organismo predilecto para tratar estos temas regionales por la autodenominada revolución ciudadana.
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