EMILIO CARRILLO
Magíster en Psicología y director del programa Guayaquil de Fundación Aldeas Infantiles SOS Ecuador, una iniciativa para defender el derecho de los niños a vivir dentro de una familia
EL CONTEXTO Cerca de medio millón de niños, niñas y adolescentes viven sin sus padres en el país, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, 2006.
“Me importan” es el nombre de la campaña lanzada en redes sociales y desarrollada por la Fundación Aldeas Infantiles SOS Ecuador. En ella se pretende visibilizar el alto porcentaje de niños que crecen sin el cuidado de sus progenitores. La iniciativa se realiza simultáneamente en 19 países, incluido Ecuador. ¿En qué consiste esta campaña? Es un compromiso de Aldeas Infantiles SOS para demostrar que nos importa que existan niños que crecen sin una familia y que pedimos que sean protegidos. Lo ideal es que todo niño viva en una familia que los cuide y garantice sus derechos. Pero, en el caso de Ecuador y de la región, esta es una realidad compleja que está sujeta a problemas que hacen que los derechos de ellos sean vulnerados. ¿Cómo ustedes ayudan cambiar estas realidades? Tenemos tres niveles de prevención. El primero es en contextos comunitarios para que estas sean protectoras
a
de la niñez y adolescencia. Trabajamos a nivel de las familias y también cuando los niños ya han perdido el cuidado familiar. ¿Cuáles son las comunidades en las que trabajan? En Guayaquil, las más afectadas son el distrito 7 y 8 del norte, además del 1 y 2 del sur. En barrios hemos focalizado el trabajo, por ejemplo, en Bastión Popular porque es uno de los contextos donde todavía existe la presencia de estas situaciones de riesgo. Es importante generar otras condiciones para que estos espacios se tornen protectores de la niñez y adolescencia. Allí trabajamos con líderes comunitarios que ayudan a posicionar el tema de romper los patrones culturales que existe en la comunidad. ¿Y en los otros niveles? Se trabaja con talleres y encuentros en las familias. Cuando el niño ya salió del hogar entra a casas de acogimiento temporales. Allí viven, de 6 a 7 niños, en casas con educadoras que los cuidan. ¿Con qué equipo cuentan?