‘Regresa’ de la muerte el reportero asesinado
Ucrania simula el crimen para desmontar el “complot” de Moscú ❚ Según Kiev, incluía a Babchenko y otros 30 exiliados
Arkadi Babchenko ha sido soldado, escritor, corresponsal de guerra y periodista de oposición. Su vida ha estado llena de imprevistos, pero nada comparado con el último: la escenificación de una muerte que siempre dijo temer.
Supuestamente asesinado el martes con tres balazos en la espalda en las escaleras de su casa en Kiev, compareció ayer ante los medios para reconocer que había participado en la pantomima para desmontar, junto a las autoridades locales, un verdadero plan del Kremlin para acabar con su vida. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) aseguró que trabajó casi dos meses en el montaje.
LA FRASE Esto no hace avanzar la libertad de prensa. Es penoso que hayan jugado con la verdad, sea cual fuere el motivo. CHRISTOPHE DELOIRE, Reporteros sin Fronteras
Vasili Gritsak, director del SBU, aseguró que la inteligencia ucraniana tenía pruebas irrefutables de que el Kremlin había pagado $ 30.000 a un excombatiente ucraniano para que asesinara al reportero, de 41 años, en Kiev. Sin dar detalles, el jefe del SBU anunció que el hombre fue detenido y que iba a preparar los asesinatos de unas 30 personas más, sobre todo rusos exiliados en Ucrania.
El reportero pidió perdón a todos los que habían caído en el engaño. “Me gustaría disculparme por todo lo que han tenido que pasar”, dijo Babchenko al borde de las lágrimas. “Lo siento, no había otra forma de hacerlo”.
Su muerte causó conmoción y amagos de protestas. Amigos y admiradores de Babchenko se habían movilizado para organizar vigilias y para recoger fondos para que su esposa pudiera seguir haciéndose cargo de sus siete hijos, seis de ellos adoptados. Sus colegas del canal ucraniano ATR, en el que el reportero trabaja como presentador, difundieron un vídeo del éxtasis con el que se vivió su aparición en la redacción.
Babchenko trabajó en el periódico Moskovski Komsomolets, la publicación de más tirada de la capital rusa. Fue en ese diario donde comenzó su carrera periodística y literaria. Antes, con 18 años, fue reclutado para combatir en la primera guerra de Chechenia (1994-1996). En la segunda participó como voluntario.
Traumatizado, abandonó el Ejército y decidió relatar los horrores de aquel conflicto. También reporteó sobre otros enfrentamientos bélicos en los que participaba Rusia. Muy crítico con el Kremlin, tuvo que abandonar su país en febrero de 2017. Finalmente se instaló en Kiev, donde sigue recibiendo miles de amenazas, según aseguró en la comparecencia.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, felicitó al SBU por “la brillante operación y prometió dar al periodista protección las 24 horas del día”.
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