Doble vara para deuda interna
No serán deuda los papeles de corto plazo que emita Finanzas contra la iliquidez ❚ Salvo que se renueven ❚ Corrige la astucia del régimen anterior, pero deja dudas
Lo primero que hizo el nuevo responsable de Finanzas, Richard Martínez, fue transparentar el monto de la deuda que, año tras año y ministro tras ministro, había sido desmembrado para no dar cuenta de la magnitud del endeudamiento de Ecuador. En su nueva ley, presentada ante la Asamblea Nacional, se incluyen preceptos que pretenden corregir los artificios del Gobierno anterior para no contabilizar todos los pendientes, pero las reformas propuestas no despejan todas las dudas.
En el documento, que aún debe pasar el trámite legislativo, se indica que los papeles a corto plazo que emita Finanzas, como mecanismo para obtener recursos y solucionar problemas temporales de liquidez (menos de 360 días), no serán contabilizados como deuda pública. Pero si el pago de esos papeles excede de un ejercicio fiscal, sí entrarán en la suma de los pendientes del Estado.
Marco Flores, coordinador del Foro de Economía y Finanzas, y Marco López, exdirector del Banco Central, coinciden en afirmar que dejar esos papeles a corto plazo fuera de la deuda es una pauta habitual, pues se entiende que son recursos que sirven como “parche” para momentos puntuales en los que el Gobierno necesita efectivo como, por ejemplo, si un mes cae la recaudación. “Lo que pasaba con el anterior Gobierno es que emitían esos papeles a corto pla- zo, pero no los pagaban nunca y los iban renovando”, detalla Flores. Con esa astucia, el régimen del expresidente Rafael Correa accedía a deuda a largo plazo, pero no la sumaba a la cifra global. Por eso, añade, la nueva ley indica que si se renuevan los papeles ya sí serán considerados como deuda pública.
Este argumento, sin embargo, no anula las dudas generadas. Para César Robalino, expresidente de la Asociación de Bancos Privados, es una falencia del nuevo cuerpo normativo. “La emisión de Cetes (Certificados de Tesorería) tiene que registrarse como deuda”, prescribe, en un contexto económico que ha heredado falta de transparencia en el manejo económico y en las estadísticas de endeudamiento.
Es necesario tener claridad, sobre todo, si en los planes del Gobierno está encontrar nuevas fuentes de financiamiento para este tipo de papeles. El Banco Central de Ecuador ya no podrá comprarlos, pues la ley de fomento productivo elimina esa facultad para evitar maniobras como las que ahora audita la Contraloría General del Estado. Desde octubre de 2016, el BCE fue prestando dinero de la Reserva Internacional a Finanzas a través de estos papeles hasta superar los 5.000 millones de dólares y en mayo de 2017, Finanzas devolvió $ 2.100 millones sin entregar un dólar. Solo transmitió acciones de la banca pública.
Martínez ha dicho que esta situación no se repetirá y ha abierto la puerta a otras fuentes como los bancos privados. Sin embargo, los economistas no ven que la propuesta pueda despertar el interés del sistema financiero. Por falta de confianza en el desempeño económico y por la dificultad de convertir esos papeles de Finanzas en liquidez, en caso de necesidad urgente. EXPRESO trató sin éxito de trasladar esa consulta al presidente de Asobanca, Julio José Prado.
Marco López sugiere que, para hacer más atractiva la transacción y que el Gobierno tenga más fácil el acceso a recursos, se coloquen esos papeles a corto plazo en el mercado de valores y se exoneren los rendimientos del impuesto a la Renta. En cualquier caso, en lo que coinciden Flores, López y Robalino, es que sería inadmisible que se obligue a los bancos privados a comprarlos.
EL DETALLE Contraloría. La deuda del Gobierno anterior con el BCE, a base de papeles, está en auditoría. Se pagaron $ 2.100 millones con acciones. No con dinero.