La cruz del secuestro
El procedimiento del secuestro como una de las fuentes de aprovisionamiento de los grupos paramilitares disidentes de las FARC que operan en la frontera norte de nuestro país, especialmente en la región de Mataje y Esmeraldas y las provincias de Carchi y Sucumbíos, ya en la selva oriental, como el “Oliver Simisterra” que lidera Walter Arízala Vernaza, alias “Guacho”, parece no estar dándoles el resultado que esperaban, a juzgar por lo ocurrido con los tres miembros del equipo periodístico de El Comercio que ante la negativa del presidente Lenín Moreno de acceder al canje que proponían con ciertos miembros del grupo delictivo apresados en Ecuador, al manifestar enfáticamente que “no negocia con delincuentes”, simplemente los asesinaron sin que hasta la fecha hayan podido siquiera rescatar sus cadáveres.
De allí que los familiares de Katty Vanesa Velasco Pinargote y Oscar Efrén Villacís Gómez, secuestrados el 17 de abril por el mismo grupo liderado por “Guacho”, pese a no tener desde entonces ninguna noticia de ellos y ante la indiferencia gubernamental por la vida de sus compatriotas, no hayan tenido otra opción que aceptar lo que su comunidad, los habitantes de Santo Domingo de los Tsáchilas, está haciendo por ayudarlos en pequeña escala, como la compra de boletos de una rifa de artefactos electrodomésticos y la teletón que tendrá lugar el 2 de junio para con esos fondos costear los gastos de hospedaje y estadía de los familiares de los dos jóvenes raptados que pretenden viajar a Bogotá para pedir la ayuda del gobierno colombiano para liberación de los secuestrados.
Mal precedente para la casi indiferencia con que ha recibido estos reclamos el presidente Moreno, a quien parece preocuparle más dar una imagen de fortaleza anímica extrema que la vida humana, salvo que como nombres a incluir dentro de su escasa obra de sello paternalista morenista como la que promueve en su plan con título de viejo bolero “Toda una vida”. Pero que traducido en la presentación hecha unos días atrás del “Plan económico” de su gobierno, ha recibido críticas de todos los sectores, incluido el empresarial. Pero este es el presidente que elegimos, sin conocer de sus capacidades en lo absoluto.
DESDE MI COLUMNA