Muere tras escapar de una clínica de rehabilitación
En Quevedo, un hombre con problemas de adicción se lanzó al río
Inmóvil y sin signos vitales. Así fue encontrado por la Policía, Jorge Antonio Haz Jaramillo, quien minutos antes había sido llevado por cuatro personas hasta un establecimiento de salud del cantón Valencia.
Estaba con el torso desnudo, vestía una pantaloneta de color negro y en su pecho tenía un tatuaje. Eran las referencias que coincidían con las características de una persona que ayer a las 18:00 fue sacada del río, en Quevedo.
Según agentes de la Policía, el fallecido, de unos 40 años, habría intentado huir de un centro de rehabilitación para personas con adicción a las drogas. Para evitar quedar ingresado en ese lugar, huyó y después se lanzó al río a la altura de un puente colgante. Su cuerpo fue rescatado unos tres kilómetros aguas abajo, por el puente sur de Quevedo.
El doctor Nilo Zapata, propietario de la casa asistencial a donde fue llevado Haz, comprobó su muerte.
Al lugar llegó la madre del fallecido. Ella contó que su hijo había caído en las garras de la droga y que lo único que quería era que se rehabilitara.
El jefe de Criminalística, Iván Olivo, estuvo en el levantamiento del cadáver y con el aval del fiscal de turno dispuso que el cuerpo sea llevado al centro forense de Quevedo para efectuar la autopsia.
LA FRASE “Nunca imaginé que mi hijo se iba a morir. Yo estaba confiada en que él podía cambiar.
Algunos de los familiares de Haz que llegaron hasta el sitio para realizar los trámites y retirar el cuerpo, expresaron sus dudas sobre las causas de la muerte de su pariente. Fanny Macías, prima del fallecido, indicó que estaban dispuestos a realizar otra necropsia.
“Pedimos justicia porque mi primo estaba en un lugar donde tenía que salir rehabilitado y no en un ataúd”, reclamó la mujer.