EL PRECIO
El régimen fijó este año un precio piso de 32,50 y un techo de 35,50 dólares por la saca de 200 libras en cáscara.
En la zona conocida como Cedegé en la vía Babahoyomontalvo, en la provincia de Los Ríos, los productores pequeños están vendiendo parte de sus tierras para volver a sembrar, pero el riesgo es el mismo: precios bajos.
Está claro que con un año más de precios bajos esa provincia será la más afectada: está en zona baja y depende mucho del agua que caiga en el invierno y que se acumula para el verano. Allí se produce el 30 % del total del arroz ecuatoriano. Por tanto la productividad es baja y los costos altos.
Y es que, por ser una zona en su mayoría baja, los campesinos no pueden cambiarse al cacao ni a cualquier otro cultivo perenne.
Hoy, por eso, la gente sigue sembrando también con el dinero que aún prestan o que les envían sus familiares del exterior o de los hijos que viven y trabajan en las ciudades. Pero eso no es factible en el tiempo.
“Los que tienen diez hectáreas venden 4 para pagar las deudas a Ban Ecuador o a los chulqueros y con otra parte vuelven a sembrar”, dice Núñez.
En Guayas hay decepción. “No vemos que el ministro tome las cosas en serio; sino que digan qué están haciendo para solucionar el problema”, agrega Julio Carchi, al sugerir una urgente intervención del Estado en la compra de arroz.
Algo que comparte Núñez: “La UNA (Unidad Nacional de Almacenamiento) debió entrar a adquirir la cosecha en abril”. Es que en julio saldrá el grueso de la cosecha de Guayas, cosa que afectará más aún los precios.
Asusta a los productores la poca intervención del Gobierno, porque ya el arroz en Los Ríos tiene hasta 20 días de nacido y el precio sigue caído.
Tampoco ha salido arroz a Colombia como se esperaba y había prometido el Gobierno actual que heredó de los diez años del régimen anterior esta problemática. Lo ha dicho el ministro actual, Rubén Flores, la UNA acumuló grano e incluso no pagó a tiempo a varios de sus proveedores.
La solución tiene solo un camino: la exportación, que es poco factible por la falta de competitividad en relación al costo de producir en Perú, Colombia, Uruguay o Brasil.