Un resumen de lo que sucede en el mundo
Aunque no se ha producido una tercera guerra mundial, por el temor de los gobernantes que poseen el terrible poder nuclear y por la propia supervivencia de ellos, el mundo se está incendiando por varias partes, con el peligro de que esos incendios se contaminen y entonces sí puede convertirse en una catástrofe de la que nadie se salve. EL PACTO NUCLEAR DE IRÁN. La decisión del presidente norteamericano de retirarse del pacto parece terminante pese a la presión de los países que intervinieron en la suscripción de tal documento. Es de esperarse o que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, logre convencer a Irán para realizar ciertas modificaciones que satisfagan a los Estados Unidos, o que los ayatolas que gobiernan este país decidan continuar con sus trabajos para ingresar al grupo de los estados poseedores del poder nuclear. Si no se llega a un nuevo acuerdo, las bombas producidas están destinadas a hacer desaparecer a Israel, país que está preparado no solo para defenderse sino para atacar. EL ENFRENTAMIENTO DE EE. UU. CON COREA DEL NORTE. Por la intervención del mandatario de Corea del Sur, parecía que se iba a realizar la tan esperada entrevista entre Trump y Kim Jong-un. A última hora, el norcoreano la condicionó a que se terminen las operaciones militares conjuntas que realiza EE. UU. con Corea del Sur. Vamos a ver qué salida se encuentra para lograr que no se deje a un lado el ofrecimiento hecho por Kim Jong-un de desmontar su poder nuclear. Esta entrevista se ha convertido en un juego: Trump cancela la reunión pero, conversando con el presidente de Corea del Sur, vuelve a anunciar que sí se reunirán. Rusia a Bashar al Assad ha sido determinante para que el dictador sirio logre acabar con los opositores, aunque el país ha quedado destruido y diezmado por la cantidad de habitantes que lo abandonaron.
Veremos si Rusia ayuda a la reconstrucción, aunque la situación del país que maneja Putin está con una economía bien deteriorada por las medidas tomadas por la Unión Europea, por lo que Rusia hizo en Crimea y porque, además, pretendió tomarse Ucrania. LOS ENFRENTAMIENTOS ENTRE ISRAELÍES Y PALESTINOS. Hemos insistido en artículos anteriores que fue un grave error de los palestinos no haber aceptado la resolución de la ONU para crear los dos estados. Los árabes que se opusieron, luego no prestaron ninguna ayuda a los palestinos y, ahora, sus territorios son cada vez menores, por la táctica usada por Israel, construyendo asentamientos en el poco territorio que les queda a los palestinos, en Cisjordania y Gaza. Un nuevo motivo de enfrentamiento ha sido la resolución de Trump de trasladar su Embajada a Jerusalén y, de a poco, seguirán otros estados, como ya lo ha hecho Guatemala. De nada valen las resoluciones que tomen en Naciones Unidas por cuanto surge el veto de EE. UU., su padrino permanente. Los estados árabes que podrían protestar, como Egipto y Arabia Saudita, prefieren no intervenir, quedando solos los palestinos sin que nadie los defienda. VENEZUELA Y NICARAGUA. Son dos dictaduras que tratan de disfrazarlas con elecciones amañadas. Protesta la OEA y protestan los organismos defensores de los derechos humanos. La mayoría de los países americanos y Europa Occidental no reconocen al Gobierno de Maduro. Al nuevo Somoza nicaragüense, y a su esposa, los grupos conformados para mediar les piden que convoquen a elecciones. No escuchan nada, la droga del poder es demasiado poderosa. Tanto Maduro como Daniel Ortega y señora tienen para largo, ya que el dominio que han logrado, con ejércitos incondicionales a sus servi- cios, y bien preparados por Cuba, impiden que sus pueblos se pronuncien en las calles, rechazándolos y cometiendo crímenes de lesa humanidad. Hasta nuestra canciller, con expresiones cantinflescas reconoce que las elecciones de Venezuela fueron legítimas pero que hay que seguir observando cómo andan las cosas, para un pronunciamiento definitivo. En otras palabras: “hoy por ti, mañana por mí”. CHINA Y EE.UU. Por suerte para la humanidad, estas dos grandes potencias han emprendido una guerra económica, en la que Trump, por primera vez en los últimos años, practica el nacionalismo. Quiere que los chinos no sigan invadiendo el comercio norteamericano y que compren un poco más para equilibrar sus balanzas. Parece que los chinos, muy bien manejados por un gobierno joven, han ofrecido atender el reclamo de Trump, aunque todavía no se entienden.