La curación llega desde tierra tsáchila al Mercado de las Cuatro Manzanas
Seis maestros sanadores atienden hasta fin de mes en el centro de la urbe
En medio del bullicio que generan los comerciantes de todo tipo de artículos en un lugar de los más concurridos por estratos populares en Guayaquil, se ubican quienes pretenden la paz y sanación espiritual de los que requieren sus servicios.
Se trata de seis chamanes tsáchilas, quienes nuevamente visitan el puerto, gracias a la muy buena acogida que tienen cada vez que llegan. Esta vez se han ubicado en el Mercado de las Cuatro Manzanas, donde los clientes hacen cola en sus pequeños espacios arreglados con telas que logran una especie de privacidad total, para la atención de cada uno de ellos.
Desde la tierra “colorada” llegan al puerto con sus creencias y saberes. Traen consigo todo tipo de plantas, brebajes y particulares artículos como instrumentos, vías o fuentes de sanación.
Hay también quienes llegan motivados por la curiosidad al observar su particular forma de presentación; sin camisa, con los pies descalzos y un atuendo que los identifica, aparte por supuesto de su característica más llamativa, su pelo color rojo planchado y pintado con achiote más rayas horizontales pintadas en su torso.
Cada uno de los seis representan a sus respectivas comunidades tsáchilas de Santo Domingo, y permanecerán en el puerto hasta el 30 de junio.
En una mesa ubican dos velas encendidas, las piedras sagradas con las que frotan al paciente de la cabeza a los pies, una campana para despertar espiritualmente al paciente y varios manojos de hierbas que extraen de sus huertos. Esos son sus instrumentos de sanación.
De 7 comunidades existentes en su tierra, se han formado 120 chamanes autorizados para ejercer la medicina natural y ancestral que promulgan. Cuatro de ellas están representadas por maestros sanadores descendientes de los antiguos Calazacón, líderes en el oficio. Ramón Aguavil, Gerónimo, Ernesto, Baltazar y Mario Calazacón, de las comunas El Poste y El Congo.
Cuando diagnostican enfermedades como la diabetes, lo confirman pidiendo exámenes de laboratorio; de acuerdo con los resultados aplican la medicina ancestral.
LA FRASE El mal de ojo tiene un magnetismo que se transmite con la mirada, esto se cura con el huevo e infusiones.